¿Qué son los gastos generales?
Existe un concepto clave que suele pasar desapercibido, pero que impacta directamente en la estabilidad financiera: los gastos generales
Te explicamos qué son los gastos en general. Crédito: Shutterstock
Cuando se habla de administrar dinero, ya sea en un negocio o en la vida personal, no basta con registrar ingresos y egresos evidentes como sueldos, ventas o pagos de servicios básicos. Existe un concepto clave que suele pasar desapercibido, pero que impacta directamente en la estabilidad financiera: los gastos generales.
Aunque muchos los consideran un “cajón de sastre” donde entra todo lo que no se sabe clasificar, la realidad es que los gastos generales tienen un peso estratégico y conocerlos permite tomar mejores decisiones financieras.
Puntos clave
- Los gastos generales son costos necesarios, pero no vinculados de manera directa con la generación de ingresos.
- Incluyen conceptos como renta, servicios, salarios administrativos y mantenimiento.
- Se dividen principalmente en fijos, variables y discrecionales.
- Un mal manejo de los gastos generales puede dar una visión falsa de la rentabilidad.
- Controlarlos ayuda tanto a empresas como a familias a tener mayor estabilidad financiera.
Definición
Los gastos generales son todos aquellos costos necesarios para mantener la operación diaria de un negocio o la organización de una economía personal, pero que no se pueden atribuir directamente a la producción de un bien o la prestación de un servicio.
En palabras sencillas: no generan ingresos de forma directa, pero sin ellos no es posible que las actividades funcionen.
Ejemplos claros en un negocio incluyen la renta de una oficina, los salarios administrativos, la luz, el internet o el mantenimiento de equipos. En el ámbito personal, se pueden considerar gastos generales cosas como el pago de la renta de la vivienda, servicios básicos o la cuota de mantenimiento del edificio.
Tipos de gastos generales
Aunque no existe una clasificación rígida, se suelen agrupar en tres grandes bloques:
- Gastos fijos
Permanecen constantes en el tiempo, como la renta de un local, el sueldo de un empleado administrativo o la suscripción a un software indispensable. - Gastos variables
Cambian en función de la actividad. Por ejemplo, si una empresa tiene que pagar más energía eléctrica porque aumentó la producción o, en casa, cuando se incrementa el gasto en gasolina por viajes extras. - Gastos discrecionales
No son esenciales, pero se asumen como parte de la operación. Por ejemplo, cafés para empleados en una oficina o el pago de plataformas de streaming en el hogar.
¿Por qué son importantes?
El error más común es subestimarlos. Sin embargo, los gastos generales determinan:
- La rentabilidad real de un negocio.
- La capacidad de ahorro en las finanzas personales.
- La viabilidad de mantener un estilo de vida o de expandir un proyecto.
Quien no controla sus gastos generales puede creer que tiene un margen de beneficio mayor al real, y terminar en deudas o falta de liquidez.
¿Cómo gestionar los gastos generales?
- Identificarlos con precisión: No todo lo que parece “extra” lo es. Separar lo esencial de lo prescindible es clave.
- Hacer presupuestos claros: Incluir siempre un apartado de gastos generales en los planes financieros.
- Monitorear su evolución: Revisar cada cierto tiempo si están creciendo de forma desproporcionada.
- Buscar eficiencias: Reducirlos sin sacrificar calidad, como cambiar de proveedor de internet o renegociar una renta.
- Adoptar herramientas digitales: El uso de aplicaciones de control de gastos puede simplificar el seguimiento.
Conclusión
Los gastos generales son como el aceite que mantiene funcionando una máquina: no producen la energía por sí mismos, pero sin ellos, la maquinaria se detendría. En los negocios, representan la diferencia entre crecer o quedarse atrapado en pérdidas disfrazadas de ingresos. En las finanzas personales, marcan el límite entre vivir dentro de tus posibilidades o acumular deudas silenciosas.
Comprender su naturaleza permite transformar lo que parecía un gasto invisible en una herramienta de planeación. Al final, no se trata de eliminarlos, sino de mantenerlos en un nivel sano, coherente con los objetivos financieros y con el estilo de vida que se busca sostener.
Por eso, quien aprende a reconocer y gestionar los gastos generales se coloca un paso adelante en el camino hacia la estabilidad económica.
FAQs
¿Cuál es un buen porcentaje de gastos generales en un negocio?
Depende del sector. Sin embargo, en muchos casos no deberían superar el 20-30% de los costos totales.
¿Qué diferencia hay entre un gasto general y un gasto operativo?
Los gastos operativos incluyen tanto los generales como los directamente vinculados con la producción. Es decir, los gastos generales son una parte de los operativos.
¿Cómo llevar control de los gastos generales en casa?
Usar una hoja de cálculo, una app financiera o simplemente registrar en un cuaderno todos los pagos que no se relacionen directamente con ocio o ingresos.