Beta en inversiones: qué es

La beta proporciona al inversor una aproximación de cuánto riesgo añadirá una acción a una cartera; conoce más a fondo qué es y su funcionamiento

Las acciones con betas superiores a 1.0 se interpretan como más volátiles que el S&P 500.

Las acciones con betas superiores a 1.0 se interpretan como más volátiles que el S&P 500. Crédito: iQoncept | Shutterstock

La beta es una medida financiera clave que permite a los inversores evaluar el nivel de riesgo de una acción o activo en comparación con el mercado en general. Este indicador se basa en la volatilidad relativa y ayuda a entender cómo un activo podría comportarse frente a las fluctuaciones del mercado. Su utilidad radica en su capacidad para orientar decisiones de inversión, especialmente en el desarrollo de estrategias de gestión de carteras y control de riesgo.

Puntos clave

  • La beta mide la volatilidad de un activo respecto al mercado.
  • Una beta mayor a 1 indica mayor riesgo y potencial de rentabilidad.
  • Una beta menor a 1 representa menor volatilidad.
  • Se calcula a través de la covarianza y varianza del rendimiento del mercado.
  • Ayuda a construir carteras según el perfil de riesgo del inversor.

¿Qué es beta en inversiones?

La beta (β) mide el riesgo de un activo en comparación con un índice de referencia como el mercado bursátil. Se encarga de calcular la fluctuación de un activo, como una acción, en comparación con el mercado en general; por lo tanto ofrece una idea de la volatilidad del activo.

Una acción con una beta superior a 1 suele conllevar un mayor riesgo y una mayor rentabilidad, mientras que una acción con una beta inferior a 1 tiende a conllevar un menor riesgo y una menor rentabilidad; sin embargo la beta no indica solamente volatilidad. Es posible que un activo volátil tenga una beta de cero, lo que señala que se mueve en sintonía con el mercado.

¿Cómo funciona beta?

La beta (β) de un valor de inversión mide la volatilidad de su rentabilidad en relación con el mercado en su conjunto. La beta se usa como medida de riesgo y forma parte integral del modelo de valoración de activos de capital, o CAPM por sus siglas en inglés. Una empresa con una beta más alta tienen un mayor riesgo y también una mayor rentabilidad esperada. En otras palabras, la beta mide la reactividad de una acción ante los movimientos generales del mercado, en particular los del índice de referencia S&P 500.

Es importante tener en cuenta que las acciones se mueven individualmente y por diferentes razones; por ejemplo, si una empresa publica un informe de resultados sólidos, puede subir en un día en que el mercado general está a la baja. Pero la beta simplemente nos indica la reactividad que suele tener una acción ante las fuerzas generales del mercado.

¿Cómo se interpretan los valores de la beta?

1. Beta igual a 1

Una acción con una beta de 1 se alinea estrechamente con los movimientos del mercado. No introduce riesgo adicional ni mejora la rentabilidad potencial al incorporarse a una cartera.

2. Beta menor a 1

Las acciones con betas menores a 1 se consideran menos volátiles que el mercado. Suelen mostrar movimientos más lentos en respuesta a cambios generales del mercado y se asocian frecuentemente con sectores como los servicios públicos.

3. Beta mayor a 1

Las acciones con betas superiores a 1 muestran una mayor volatilidad en comparación con el mercado. Si bien estas acciones pueden ofrecer la posibilidad de mayores rentabilidades, también conllevan un mayor nivel de riesgo.

4. Beta negativa

Una beta menor a 0 significa una correlación inversa con el mercado; por ejemplo, cuando el mercado experimenta un aumento, estas acciones pueden bajar. Esta característica se observa a menudo en clases de activos específicas, como las opciones de venta o los fondos cotizados en bolsa inversos.

5. Beta alta

Las acciones con betas mayores a 1 se consideran de alto riesgo y alta rentabilidad. Es más probable que se muevan bruscamente en respuesta a los cambios del mercado, lo que las hace adecuados para inversores agresivos.

¿Cómo se calcula la beta?

La beta se calcula mediante un análisis de regresión. Esta técnica estadística estima la relación entre una variable dependiente, la rentabilidad de la acción, y una variable independiente, la rentabilidad del mercado. Generalmente la beta se calcula usando datos históricos de precios de la acción y el índice de referencia. La fórmula para calcular la beta es:

  • Beta = covarianza (rendimiento del valor, rentabilidad del mercado) / varianza (rendimiento del mercado)

Donde:

  • La covarianza mide cómo se mueve la rentabilidad de la acción en relación con la rentabilidad del mercado.
  • La varianza se refiere a la variabilidad de la rentabilidad del mercado.

Afortunadamente no se tiene que calcular la beta para cada acción que el inversor esté considerando. Se puede encontrar la beta de cualquier acción en sitios web financieros populares como Yahoo Finance, Morningstar o Bloomberg; o a través de los corredores de bolsa en línea.

Ejemplo de cálculo de beta

Para tener más claro cómo se calcula beta realicemos un ejemplo práctico. Tenemos una acción con una rentabilidad media anual del 8% (rentabilidad de la acción), mientras que el índice de mercado tiene una rentabilidad media anual del 6% (rentabilidad del mercado). La covarianza de la rentabilidad de la acción y la del mercado es de 0.04, mientras que la varianza de la rentabilidad del mercado es de 0.02. Usando la fórmula antes mencionada tenemos:

  • Beta = 0.04 / 0.02 = 2.0

En este ejemplo, la acción tiene una beta de 2.0, lo que indica que es el doble de volátil que el mercado. Si el mercado sube un 10%, la acción probablemente subirá un 20%. Por el contrario, si el mercado baja un 10%, la acción podría caer un 20%.

¿Cuál es la importancia de beta para los inversores?

Los inversores suman la beta en sus procesos de evaluación de riesgos al desarrollar sus carteras. Al analizar el grado de riesgo asociado a una acción específica en relación con su volatilidad en comparación con el mercado general, pueden tomar decisiones informadas sobre la diversificación y la rentabilidad esperada.

Y es que la beta cuantifica el riesgo sistemático de una acción. El riesgo sistemático se refiere al riesgo de inversión relacionado con la fluctuación del mercado y la beta puede ayudarle a los inversores a responder dudas sobre lo que significaría para sus carteras que el S&P 500 baje un porcentaje en específico.

Esto contrasta con el riesgo no sistemático, que es el riesgo de invertir en una empresa o sector en particular. Por ejemplo, la beta no predice el comportamiento de una acción si se enfrenta a dificultades en el sector y tampoco predice cómo reaccionarán las acciones a sus propias noticias, como los informes de resultados. Por ejemplo, las acciones del sector financiero se han visto más afectadas que la mayoría en la reciente caída del mercado debido al temor a una recesión, y la beta no predice los movimientos de precios en situaciones como esta.

Es por esto que al evaluar las acciones en relación con los índices de referencia, es importante que los inversores consideren métricas adicionales, como el R², además de la beta. Un R² alto significa que las fluctuaciones históricas del precio de un valor están estrechamente correlacionadas con las de su índice de referencia.

Conclusiones

La beta es una herramienta poderosa para comprender cómo puede reaccionar una acción frente a los movimientos del mercado. Al interpretar su valor, los inversores obtienen una visión clara del riesgo sistemático y pueden ajustar sus decisiones de inversión en función de su tolerancia al riesgo y objetivos financieros.

Sin embargo, la beta no es una medida absoluta del comportamiento de una acción, ya que no toma en cuenta factores internos de la empresa o específicos del sector. Por eso, debe utilizarse junto con otros indicadores como el R² o análisis fundamentales, para una evaluación completa y precisa del activo dentro de una cartera de inversión.

FAQs

¿Para qué se utiliza la beta?

Los inversores y asesores financieros usan la beta para evaluar el riesgo de un activo en particular. Pueden considerar la beta al elegir activos para una cartera. Esta cifra también les ayuda a analizar las carteras para tomar decisiones acordes con los objetivos del inversor, especialmente cuando este invierte dinero que necesita estar disponible a corto plazo.

¿Qué es una buena beta?

Una “buena” beta es subjetiva y depende de los objetivos individuales del inversor, su tolerancia al riesgo y su estrategia de inversión. Generalmente, el valor correcto de beta se alinea con el enfoque del inversor para equilibrar el riesgo y la rentabilidad.

¿Cómo se usa la beta en la gestión de carteras?

En la gestión de carteras la beta se utiliza para construir una cartera que se ajuste a la tolerancia al riesgo del inversor. Al combinar valores con diferentes betas, se puede gestionar el riesgo general de una cartera.

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