IAA Munich 2025: China invade Europa y acelera la electrificación
Ni la política ni las resistencias locales pueden frenar el futuro eléctrico de la industria automotriz, impulsado con fuerza por los fabricantes chinos

La marca Leapmotor fue una de 14 de origen chino en el IAA Mobility Show Munich 2025. Crédito: Javier Mota | Cortesía
Mientras en Estados Unidos el debate político mantiene un freno a los autos eléctricos y las iniciativas de movilidad sostenible, en Europa se vivió un escenario opuesto.
La tercera edición bianual del IAA Mobility Munich 2025 confirmó que China ya no llega como un colado, sino como invitado principal enfocado en competir —y conquistar— en casa de marcas históricas como Volkswagen, BMW, Mercedes-Benz, Porsche y Audi.
Ofensiva china: volumen, diseño y precio
En Múnich se presentaron 14 marcas chinas de autos – 16 si contamos a Volvo y Polestar que son parte del Grupo Geely -, y más de 100 proveedores relacionados con la electrificación.
Nombres como BYD, Xpeng, Changan y GAC ya no son novedad, pero sus propuestas resultan cada vez más sofisticadas: diseños innovadores, precios agresivos y una capacidad de desarrollo mucho más ágil que la de sus rivales europeos.
Los números lo respaldan:
- BYD planea cerrar 2026 con 300 concesionarios en Alemania (hoy tiene 24).
- XPeng ya opera en 43 países y abrirá su primer centro de Investigación y Desarrollo (I+D) en Alemania este año.
- El grupo CATL, el gigante productor de baterías, tendrá plantas en Alemania, Hungría y España (en sociedad con el Grupo Stellantis).
Hace apenas cinco años la cuota de mercado de los autos chinos en la Unión Europea era irrelevante. Hoy alcanza 5% en Europa y 10% en el Reino Unido. La pregunta es inevitable: ¿cuánto será en 2030?
Europa en fase de reestructuración
La presión por alcanzar los objetivos de electrificación en 2035, junto con la desaceleración de China y los aranceles de la administración del presidente Donald Trump, ha puesto fin a décadas de crecimiento estable en Europa.
Ante este panorama, las marcas tradicionales se han visto obligadas a revisar sus estrategias a corto y mediano plazo.
Porsche, por ejemplo, sufrió una caída de ventas del 28% en China en 2024 y ajustó sus previsiones de rentabilidad, mientras que la francesa Renault está apostando por baterías más accesibles y ciclos de desarrollo más cortos, con prototipos eléctricos como la nueva versión del legendario R5.
La llamada “guerra de precios” ya es una realidad, obligando a los fabricantes a innovar más rápido, reducir márgenes y simplificar procesos, incluso en el segmento premium.
El mensaje es claro: la reputación y la historia ya no garantizan ventaja competitiva. Hoy gana quien logre adaptarse con mayor velocidad.
Los grandes debuts alemanes
Aun con el protagonismo chino, Alemania no se quedó atrás. Dos lanzamientos marcaron la pauta:
el BMW iX3, el primero de 40 modelos de la plataforma eléctrica Neue Klasse, que debutó con credenciales sólidas:
- 463 hp, tracción total y 400 millas (640 km) de autonomía.
- Nueva batería cilíndrica de alto voltaje y arquitectura de 800V con carga de 400 kW (370 km en 10 minutos).
- Producción inicial en Debrecen, Hungría, a partir de 2026.
- Posteriormente, la planta de BMW en San Luis Potosí, México, fabricará modelos Neue Klasse para Norteamérica desde 2027.
Mercedes-Benz GLC eléctrico
El SUV mediano de lujo adoptará un perfil 100% eléctrico en 2026 con atributos diferenciados:
Plataforma MB.OS con inteligencia artificial. La hiperpantalla MBUX más grande hasta ahora (39.1 pulgadas).
Con estos lanzamientos, tanto BMW como Mercedes-Benz buscan contrarrestar no solo a Tesla y Porsche, sino también a los fabricantes chinos que llegan con precios y tiempos de desarrollo imbatibles.
Además cuenta con interior “vegano certificado”, más espacio y hasta 2.4 toneladas de capacidad de remolque.
La nueva era ya comenzó y no tiene freno
El IAA Munich 2025 no fue solo una exhibición de autos, sino una radiografía del futuro de la industria: China marca el ritmo, Europa corre para alcanzarlo y Estados Unidos parece estancado en medio de sus debates políticos.
Lo único cierto es que la movilidad eléctrica ya no es una opción, sino la ruta obligada. La incógnita es que marcas lograrán mantener protagonismo en una industria que cambia a velocidad china.