Las 3 razones de peso por las que comprar un coche a 7 años no es buena idea
Los intereses, la depreciación y los gastos extra del vehículo son elementos que deben tomarse en cuenta
El deterioro del poder adquisitivo combinado con el incremento de los precios en varios segmentos de vehículos, ha orillado a muchos consumidores a recurrir al uso de financiamientos a largo plazo como la única alternativa tangible para adquirir un auto; sin embargo, a medida en que los planes se extienden en el tiempo, las ventajas para quienes se suman a un compromiso financiero de este tipo, disminuyen.
De acuerdo a información de Experia, empresa especializada en créditos de consumo, en los Estados Unidos durante el 2019, seis de cada 10 personas contrajeron compromisos de 61 meses o más para comprar un auto usado, mientras que en el mercado de los nuevos, la proporción bajó a cerca del 34% en contratos por el mismo periodo.
En estas circunstancias, los analistas coinciden en una serie de elementos que pueden resultar poco beneficiosos para este tipo de tratos e incluso contraproducentes en las finanzas personales de quienes emprenden estos financiamientos, destacando los siguientes tres:
1.- Intereses
Los consumidores elegibles para convenios de este tipo por lo regular no cuentan con un historial crediticio destacado, por lo que la tasa de interés es más alta con relación a un plazo de cuatro años en promedio. “Cuando los consumidores aceptan un préstamo más largo, aparentemente deciden pedir más dinero prestado, lo que indica que están comprando un coche más caro, incluyendo extras como garantías u otros productos, o simplemente pagando más por el mismo coche”, según especialistas consultados por el portal Nerdwallet.
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Por ejemplo, en un financiamiento sin enganche y por un auto de $25,000 dólares a una tasa de interés del 5.09% hay tres escenarios según el ejercicio de Experia.
A) 36 meses. Pagos de $750 dólares al mes, $27,010 en total durante la vida del préstamo.
B) 60 meses. Pagos de $473 dólares al mes, $28,369 en total durante la vida del préstamo.
C) 84 meses. Pagos de $354 dólares al mes, $29,770 en total durante la vida del préstamo, es decir, $4,770 dólares de intereses, casi una quinta parte del valor inicial del vehículo.
2.- Depreciación
Aunque es un tema que depende de la marca y modelo, es sabido que los vehículos en general son de los productos que más depreciación experimentan. Desde el primer minuto en que un auto nuevo sale de su agencia, los automóviles pierden alrededor de 10% de su precio inicial, de acuerdo a las estimaciones hechas por el portal Dave Ramsey. En el primer año, la cifra caerá 20%, y antes de llegar al quinto, perderá alrededor de 15% anual, es decir, que en un financiamiento de 84 meses, es muy probable que en los últimos dos años del contrato se deba más del valor real del auto en ese momento, situación que se conoce como capital negativo.
3.- Gastos
Conforme el vehículo vaya acumulando millas con el paso del tiempo, las garantías ofrecidas al salir de la agencia, si se trata de un auto nuevo, abarcan de 3 a 5 años, por lo que al término de contrato del financiamiento no quedarán coberturas de ese tipo al menos que se pague una garantía extendida, lo cual significa más gastos. Asimismo, las reparaciones habituales cada vez serán más costosas con la frustración de que el automóvil incluso aún no se termina de pagar.
En resumen, al menos que la liquidez que se gana cada mes permita compensar los inconvenientes de un trato a siete años, asumir un financiamiento a este tipo de plazos termina por ser una pérdida sustancial de dinero.