Los gastos ocultos al momento de comprar un auto en Estados Unidos

El uso del vehículo automotor está estrechamente ligado al estilo de vida y la cultura de consumo estadounidense.

El mercado de compra-venta de vehículos, ya sean nuevos o de segunda mano, resulta una actividad común entre la gran mayoría de la población con alrededor de 17 millones de transacciones de este tipo al año en todo el país, lo que representa más de 46,000 adquisiciones por día.

Estas transacciones de compra de un auto no están exentas de gastos adicionales sin considerar desde un inicio, en particular entre aquellos que realizan su primera compra.

Y en este entorno de pagos extra, se destacan los siguientes:

1- Financiamiento

Para quienes recurren a un tipo de préstamo automotriz, la financiación es un tema central en la adquisición de un auto y los dólares adicionales que se pagarán respecto a su precio de contado. La tasa de interés (mayor para los vehículos usados) es determinada tanto por el historial crediticio como por la duración del trato, el enganche y demás. En este tipo de tratos, lo más recomendable es tener mayor transparencia a través de las instituciones bancarias previo a llegar al lote de autos.

2- Impuesto a la venta

En la gran mayoría de los estados, hay una tributación sobre un porcentaje en el precio de compra del auto, y aunque este tipo de impuestos pueden variar dependiendo de los planes de adquisición, lo aconsejable es investigar cuál es la mejor forma posible de reducir este gasto que en la gran mayoría de las ocasiones no se ve venir.

3- Cuota de documentación

En las operaciones de compra-venta, los concesionarios suelen cobrar una cuota de $200 dólares aproximadamente por el trámite administrativo, también conocido como gastos de documentación. Sin duda esta es una de los cargos que más inconvenientes le representan a los consumidores ya que a todas luces se ve como excesivo con relación a lo que significa, interpretándose tan solo como un pretexto para obtener más dinero.

4- Planes de servicio

Esta es una esquema que encuentran las concesionarias para cobrar por adelantado el mantenimiento mecánico del auto por un tiempo determinado con la justificación de que ofreciendo una serie de servicios en su conjunto se brinda un mejor precio con relación a su costo por el servicio individual; sin embargo, esto no considera que el paquete del mantenimiento cubra el periodo que el cliente decida conservar el vehículo, por lo que es muy fácil que se termine pagando por algo que no se va a utilizar.

5- Cobertura

Otro de los costos extra de los que no se termina de entender su beneficio es el de la llamada protección adicional, que no es otra cosa más que una especie de garantía extendida con cargo al consumidor para que el vehículo siempre luzca en óptimas condiciones, aunque en términos reales muchos usuarios terminan dudando de su beneficio.