Manejar en Estados Unidos no solo es más caro, también es más peligroso
Carreteras en mal estado, el tráfico y el alto costo de tener y mantener un auto, son algunos de los factores que afectan a todos los automovilistas
En un mundo ideal, todas las ciudades del mundo serían rediseñadas para que sus habitantes solo necesiten 10% de los vehículos que circulan actualmente y prácticamente todas las carreteras del mundo serían repavimentadas y contarían con infraestructura de conectividad avanzada para comunicarse con los vehículos inteligentes.
Todo esto ayudaría a crear un mundo más amigable para los peatones y eliminaría casi por completo la posibilidad de los accidentes, pero todavía estamos a varias décadas de empezar a ver ese escenario.
Estados Unidos es uno de los países más industrializados del mundo, pero tiene una de las peores redes de infraestructura de transporte. Según los datos más recientes, cada uno de los conductores estadounidenses pierde un promedio de $733 dólares por año debido al tiempo que pasa en el tráfico.
A eso, hay que sumarle el costo de tener y mantener un auto – alrededor de $12,297 dólares al año -, entre cuotas de la financiación por compra o lease, póliza de seguro, combustible y servicios de mantenimiento.
En su reporte anual sobre las mejores y peores ciudades para conducir en 2024 en Estados Unidos, el sitio web de finanzas personales WalletHub comparó las 100 ciudades más grandes en 30 métricas clave, incluyendo desde los precios promedio de la gasolina hasta las horas anuales de congestión de tráfico por cada viajero en automóvil y la probabilidad de accidentes.
Algunos de los resultados más destacados del estudio incluyen:
- Boise, Idaho, tiene la tasa de accidentes de tráfico más baja (por cada 100,000 habitantes), 21.2 veces menor que Memphis, Tennessee, la ciudad con la más alta.
- Gilbert, Arizona, tiene la menor cantidad de robos de automóviles (por cada 1,000 habitantes), 33.6 veces menos que en St. Louis, Missouri, la ciudad con más robos en el país.
- Anaheim, California, tiene la tasa de precios de estacionamiento promedio más baja, 50.5 veces más baja que Boston, Massachusetts, la ciudad con la más alta.
“Los precios de los autos (nuevos y usados) se han elevado significativamente en los últimos años y la gasolina se mantiene cara por lo que el lugar de residencia puede marcar una gran diferencia en el costo de tener y mantener un auto”, dijo Chip Lupo, analista de WalletHub. “Sin embargo, los costos de estas cosas no son el único factor importante. Las mejores ciudades para manejar son aquellas en que se minimiza el tiempo de los viajes y la congestión de tráfico, la tasa de accidentes es menor al promedio nacional y las carreteras se mantienen en buen estado.
“Raleigh, North Carolina, es la mejor ciudad para manejar debido a que es relativamente barata en términos generales. Es séptima a nivel nacional en cuanto al promedio del costo de un auto nuevo y promedio del precio de estacionamiento”, agregó. “Los residentes de Raleigh no tienen que manejar tanto para completar sus actividades diarias y solo pasan 14 horas atrapados en el tráfico cada año.
“Además, Raleigh está clasificada en el décimo puesto a nivel nacional en cuanto al mantenimiento de sus calles y carreteras, es séptima en seguridad al volante, ya que sus conductores casi siempre usan el cinturón de seguridad y tiene pocos conductores sin seguro de auto”, dijo Lupo.
Problemas de infraestructura en Estados Unidos
Andre Boehman, profesor y director del Laboratorio Automotriz W.E. Lay de la Universidad de Michigan dijo que “las carreteras deterioradas han sido un gran dolor de cabeza aquí en Michigan. El estado ha mejorado la inversión en carreteras, pero sería necesario repavimentar todo el estado. Así que eso llevará un tiempo solucionar el problema”.
Por ahora, Boehm recomienda comprar un vehículo que ahorre más combustible, preferiblemente híbrido o Plug-in Hybrid, combinar viajes para reducir las millas recorridas y, quizá lo más importante, mantener el vehículo en buen estado.
A muy largo plazo, Boehman considera que los vehículos automatizados podrían ser un beneficio para la sociedad, pero que todavía estamos muy lejos del día en que tengan un impacto real.
“Los vehículos completamente automatizados solo brindan beneficios modestos en el consumo de combustible, y cuando se usan para compartir viajes, tienen más probabilidades de aumentar la congestión y los riesgos de seguridad para peatones y ciclistas, según mi experiencia en Ann Arbor”, explicó. “Por lo tanto, creo que sus beneficios se exageran, excepto en circunstancias limitadas en las que los conductores corren riesgos (por ejemplo, la minería) o los conductores no pueden conducir por sí mismos, por ejemplo, aquellos que tienen problemas para conducir de noche debido a problemas oculares o conductores mayores que no pueden completar un viaje largo por sí solos”.