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Organización Autorreguladora: qué es

Las organizaciones autorreguladoras tienen una influencia profunda en sectores como las finanzas, la medicina, los seguros e incluso las criptomonedas

Organización Autorreguladora

Te explicamos qué es una Organización Autorreguladora.  Crédito: Shutterstock

En medio del debate sobre el papel del Estado en la regulación económica, existe un tipo de institución que funciona como un “árbitro intermedio” entre la total intervención gubernamental y el libre mercado: la Organización Autorreguladora, conocida también por sus siglas OAR (en inglés, SRO: Self-Regulatory Organization).

Aunque no suelen estar en los titulares, las organizaciones autorreguladoras tienen una influencia profunda en sectores como las finanzas, la medicina, los seguros e incluso las criptomonedas. A diferencia de los reguladores estatales, las OAR no son agencias del gobierno, pero tienen autoridad real para imponer normas, vigilar el cumplimiento y sancionar a sus miembros.

Este modelo plantea una pregunta intrigante: ¿puede una industria vigilarse a sí misma de forma efectiva y ética?

Puntos clave

  • Una Organización Autorreguladora (OAR) es una entidad privada con funciones reguladoras delegadas por el gobierno.
  • Establece reglas, supervisa a sus miembros y puede sancionar incumplimientos.
  • Es común en sectores técnicos o especializados como finanzas, medicina, derecho y criptomonedas.
  • Ofrece ventajas como agilidad, conocimiento técnico y menor carga estatal.
  • También enfrenta críticas por posibles conflictos de interés, opacidad y capturas corporativas.
  • Su efectividad depende del diseño institucional y del grado de supervisión externa.

¿Qué es una Organización Autorreguladora?

Una Organización Autorreguladora (OAR) es una entidad privada —sin ser una agencia gubernamental— que tiene el poder delegado (por ley o acuerdo) para establecer reglas, monitorear actividades y sancionar faltas dentro de una industria específica o profesión. Su función principal es mantener la integridad y la ética de sus miembros, prevenir abusos y garantizar un funcionamiento ordenado del mercado o sector.

Estas organizaciones son creadas y dirigidas por los propios participantes de la industria, lo cual ofrece ventajas y desafíos. Por un lado, conocen el funcionamiento interno y pueden reaccionar con agilidad. Por otro, surge la preocupación de que podrían proteger sus propios intereses a expensas del bien público.

¿Cómo funcionan?

Las OAR operan bajo una lógica de “delegación vigilada”. Esto significa que el Estado les otorga autoridad reguladora parcial, pero sigue monitoreando sus actividades desde un plano superior.

Estas organizaciones:

  1. Establecen estándares técnicos, éticos o financieros.
  2. Supervisan a sus miembros, que deben registrarse o pertenecer formalmente a la OAR para operar legalmente.
  3. Investigan violaciones, como fraudes, conflictos de interés o fallas operativas.
  4. Aplican sanciones: desde multas y suspensiones hasta expulsiones.
  5. Capacitan y certifican a nuevos participantes.

Un punto clave: pertenecer a una OAR suele ser obligatorio para ejercer legalmente en ciertos sectores. Esto le da a estas organizaciones un poder real, aunque técnicamente no sean parte del Estado.

Ventajas del modelo autorregulador

1. Conocimiento técnico profundo:
Los profesionales del sector entienden mejor que los burócratas cómo funcionan sus procesos internos, lo que permite reglas más precisas y aplicables.

2. Agilidad regulatoria:
Las OAR pueden adaptarse rápidamente a cambios tecnológicos o de mercado sin pasar por el lento proceso legislativo.

3. Menor carga para el Estado:
Delegar funciones reguladoras reduce costos administrativos y libera recursos públicos.

4. Sentido de pertenencia y cumplimiento:
Los actores regulados sienten que las normas provienen de “su propia casa”, lo cual puede aumentar el cumplimiento voluntario.

Críticas y riesgos de las OAR

1. Conflicto de intereses:
¿Puede una industria realmente disciplinarse a sí misma si castigar a un miembro puede afectar sus ganancias colectivas?

2. Falta de transparencia:
Muchas OAR no están sujetas a leyes de acceso a la información o control público, lo que puede generar opacidad.

3. Captura regulatoria:
El riesgo de que las grandes empresas del sector dominen la OAR y la usen para eliminar competidores más pequeños o moldear las reglas a su favor.

4. Aplicación inconsistente:
Algunas OAR aplican normas de forma desigual, favoreciendo a ciertos miembros y siendo más duros con otros.

¿Qué sectores dependen más de las OAR?

  • Finanzas y bolsa:
    Es el terreno por excelencia de las OAR, especialmente en países como Estados Unidos, Reino Unido y Canadá. Sin la FINRA, el mercado financiero sería mucho más difícil de supervisar.
  • Medicina y salud:
    En muchos países, colegios médicos y asociaciones científicas establecen normas éticas, supervisan la formación continua y pueden revocar licencias.
  • Legal y notarial:
    Colegios de abogados y notarías también ejercen funciones autorreguladoras. En algunos casos, incluso deciden quién puede o no ejercer.
  • Criptomonedas y blockchain:
    Ante la falta de regulación formal en muchos países, grupos de desarrolladores y plataformas están creando sus propios códigos de conducta para prevenir fraudes.
  • Periodismo y medios:
    Consejos de prensa y comités de ética editorial actúan como OAR informales para proteger la integridad del oficio periodístico.

¿Son efectivas las OAR?

La respuesta es: depende del contexto, la estructura y el sector. Cuando están bien diseñadas, las OAR pueden ser más efectivas que los reguladores estatales tradicionales. Sin embargo, cuando no hay una supervisión externa o un mecanismo de apelación independiente, pueden convertirse en estructuras cerradas, dominadas por intereses privados.

“Una OAR sin control externo es como dejarle las llaves del gallinero al zorro”, comenta irónicamente el economista regulatorio Henry Traxton.

Por eso, muchos países han adoptado modelos híbridos: las OAR regulan, pero bajo la supervisión de una agencia gubernamental que puede intervenir en caso de abuso.

FAQs

¿En qué se diferencia una OAR de una agencia gubernamental?

Una agencia gubernamental responde directamente al Estado y suele tener funcionarios públicos. Una OAR, en cambio, está formada por miembros del sector privado, pero puede ejercer funciones similares en cuanto a supervisión y sanción.

¿Puedo ejercer una profesión sin estar inscrito en la OAR correspondiente?

En muchos sectores, como la medicina, la abogacía o los mercados financieros, pertenecer a la OAR correspondiente es un requisito obligatorio para poder ejercer legalmente.

Sí. Aunque no son tribunales judiciales, muchas OAR pueden imponer sanciones como multas, suspensiones, expulsiones e incluso bloquear el ejercicio profesional, dependiendo del marco legal en su país.

Fuentes

En esta nota

Glosario Financiero
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