Pandemia ha agotado los ahorros de 46 millones de personas en Estados Unidos
Mucha gente ha tenido que pedir dinero prestado para solventar los gastos diarios
La crisis sanitaria y económica provocada por el coronavirus se ha extendido por más de medio año en los Estados Unidos y los estragos no dejan de verse reflejados con un impacto social sin precedente en décadas, lo que ha generado una serie de inconvenientes entre la población, uno de ellos, la pérdida de sus ahorros.
Desde la declaratoria del COVID-19 como una pandemia, el 14% de los estadounidenses, equivalente a una cifra alrededor de los 46 millones de personas, reconocieron que se habían gastado el dinero que tendrían guardado con el objetivo de paliar una emergencia, de acuerdo a una encuesta del portal CNBC y Acorns Invest, realizada bajo la plataforma de SurveyMonkey.
Por su parte, un 11% ha tenido que pedir dinero prestado para cubrir sus gastos básicos de cada día, en una situación que ha implicado un trastorno económico de gran magnitud, con millones de personas en los Estados Unidos desempleados o trabajando menos horas con ingresos más bajos a los que acostumbraban.
Según el sondeo, los millennials de mayor edad son los que han visto más comprometidas sus finanzas, ya que el 26% entre 25 y 34 años de edad reconocieron que agotaron sus reservas financieras, comparado con el 6% entre la gente de 65 años o más.
Asimismo, la encuesta arrojó otros hallazgos sobre las dificultades por las que atraviesan millones de hogares en los Estados Unidos, con una tasa de desempleo cercana al 10%, lo que revela que la fuerza laboral sigue presentando dificultades para emplearse formalmente.
Pero no solo eso, para la mitad, el gasto mensual ha disminuido comparado con esta misma época del año pasado cuando solo un tercio había reportado esta situación, mientras que más de dos tercios de la población no han cambiado sus planes de jubilación a raíz de COVID-19, el 19% no están seguros de cómo la pandemia afectará su retiro.
Estos datos emergen tan solo como un ejemplo de la intensidad con la que el coronavirus y sus consecuencias ha golpeado tanto la salud, como la economía de la sociedad, en una recuperación que se estima en al menos un par de años para alcanzar los mismos niveles que se tenían previo a la llegada de la pandemia.