Por qué la jubilación llega más tarde para los latinos que para otros grupos en Estados Unidos

La clave está en los ingresos en los diferentes sectores de la población americana

Por cada día que pasa y con un año tan complicado como éste que se suma a los anteriores, la jubilación se ve cada vez más lejana para la mayoría de los estadounidenses. Los latinos, entre todos los sectores de la población del país, son los más afectados, abriéndose una brecha hacia el retiro aun más grandes para los hispanos en comparación con otras personas.

Un estudio en 2019 del Center of Retirement Research (CRR) del Boston College mostró que la mitad de los hogares entres las edades de 30 y 59 años están en riesgo de tener muy pocos ingresos durante la jubilación, un aumento del 44% en 2007, antes de la Gran Recesión.

Estos datos aumentan en el caso de los hispanos debido a que las brechas salariales se disparan entre esta comunidad y, por ejemplo, los trabajadores blancos. De acuerdo con este estudio, las diferencias de ingresos, disparidades de riqueza y las secuelas de la burbuja inmobiliaria de 2008 en Estados Unidos, afectó desproporcionadamente a los latinos, porque mientras el 48% de los estadounidenses de raza blanca entre los 30 y 59 años no podrán mantener su nivel de vida durante la jubilación, tampoco lo hará el 54% de los afroamericanos y el 61% de los latinos en el país, siendo los más afectados para el retiro.

De acuerdo con el reporte de Healthy Hispanic Living, la brecha entre caucásicos e hispanos se ha ampliado desde 2007, mientras que la brecha de preparación para la jubilación entre caucásicos y afroamericanos se ha reducido. Los hispanos se quedaron más rezagados, en gran parte porque los lugares donde muchas familias hispanas compraron viviendas antes de la crisis financiera, incluidos Florida, Nevada y Arizona, experimentaron algunas de las mayores disminuciones en el valor de la vivienda, lo que terminó por afectarlos financieramente hasta nuestros días.

Estas estadísticas muestran que, a pesar de que los blancos también fueron afectados por la Gran Recesión, no tuvieron tantas pérdidas como sí lo sufrieron los hogares afroamericanos o hispanos. Además, las personas caucásicas tienen más probabilidades de tener trabajos mejor remunerados, por lo que su recuperación ha sido más rápida, una diferencia de casi seis veces más de riqueza que los otros sectores. De acuerdo con el portal, los ingresos medios de los hogares blancos se recuperaron de la recesión en 2016, pero los niveles de ingresos de los hogares negros e hispanos se mantuvieron por debajo de los niveles de 2007. Los caucásicos ahora ganan casi el doble de lo que ganan los hogares minoritarios.

Y este círculo vicioso se extiende a los planes de jubilación: entre menos ganas, menos dinero extra puedes ahorrar para el retiro. Lo más preocupante es que, a pesar de estos recortes de ingresos y la escasa calidad de vida que actualmente sobrellevan estos sectores de la población, especialmente los hispanos, ni aún así aspiran a sostenerlo durante su jubilación, por lo que deberían seguir trabajando a pesar de ser adultos mayores.

Si bien este tema sobre los ingresos y la jubilación son un problema social que no cambiarán hasta que las disparidades de riqueza puedan ser más igualitarias, los hogares hispanos tienen que prever más esta situación tratando de sacarle el mayor provecho a sus ingresos, procurando ahorrar lo más posible en una cuenta para el retiro, sea 401(k) o IRA. Una buena costumbre sería poder ahorrar mínimo el 10% de sus ingresos mensuales para poder aspirar, con el pasar de los años, a una jubilación más digna para su familia, aun cuando parezca insuficiente.

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