Por qué las mujeres se volvieron trabajadoras esenciales en Estados Unidos durante la pandemia de coronavirus
Conoce cuáles son los factores de este crecimiento
Desde el comienzo de la pandemia y hasta la actualidad, las mujeres trabajadoras se han convertido en una fuerza laboral fundamental para el país, tanto que deben sentir orgullo por sus esfuerzos realizados día con día.
Según un análisis publicado por The New York Times, uno de cada tres trabajos ocupados por mujeres ha sido designado como esencial, además de que las mujeres no blancas tienen más probabilidades de realizar trabajos esenciales que cualquier otra persona.
En tiempos normales, los hombres constituyen la mayoría de la fuerza laboral en general, pero con la entrada del Covid-19 eso ha cambiado. En marzo, el Departamento de Seguridad Nacional publicó un memorando: “Trabajadores de infraestructura crítica esencial”, en donde enumeró decenas de trabajos, lo que sugiere que eran demasiado vitales para detenerlos incluso cuando ciudades y estados enteros estaban bloqueados, y ahora la mayoría de esos trabajos están ocupados por mujeres.
Entre todos los trabajadores varones, el 28 por ciento tiene trabajos considerados parte de esta fuerza laboral esencial. Algunos de los mayores empleadores de hombres en Estados Unidos son los oficios de la construcción, como la construcción y la carpintería, líneas de trabajo que ahora, en su mayor parte, están suspendidas.
Hay 19 millones de trabajadores de la salud en todo el país, actualmente hay cuatro enfermeras registradas por cada oficial de policía, y aún los hospitales dan la alarma por la escasez de enfermeras. Un informe reciente de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, encontró que las mujeres representan el 73 por ciento de los trabajadores de la salud en el país.
Lo lamentable es que ser trabajador esencial no es sinónimo de que sean empleos bien remunerados y ahí una de las razones del por qué las mujeres han tomado fuerza en terreno laboral. Ellas han estado ocupando los trabajos invisibles que proliferan en el extremo más bajo de la escala salarial, los trabajadores que pasan largos y poco recompensados.
De los 5.8 millones de personas que trabajan en el cuidado de la salud que pagan menos de $30,000 al año, la mitad no son blancos y el 83 por ciento son mujeres.
Y lo que es peor, tener un bajo sueldo no es su única desventaja. Muchas madres solteras que tienen trabajos esenciales también enfrentan la emergencia adicional del cuidado infantil las 24 horas, así que ellas están enfrentando un doble reto que parece no tener final.