Por qué los migrantes que envían remesas son los nuevos “socorristas económicos” de países en desarrollo
Millones de migrantes a pesar de la crisis pandémica en 2020 decidieron sustentar a sus familias con el envío de remesas, esto también sustentó economías locales
Remesas salvavidas Crédito: Pixabay | Pixabay
En un año nefasto como el 2020 producto de la pandemia que se vivió, y que aún se vive en el mundo entero, se pronosticó que unos países por su previas condiciones económicas se verían más afectados que otros, sin embargo, aparecieron los llamados “socorristas económicos”, es decir, los migrantes que a pesar de la crisis decidieron sustentar a sus familias y amigos con el envío mensual de remesas.
Esos “socorristas económicos” también llamados ciudadanos globales y héroes locales, se les denominó así pues el dinero que enviaron a través de las fronteras del mundo, sin duda, atenuaron los impactos económicos de la pandemia y fomentaron la resiliencia y la recuperación en sus países de origen a lo largo de 2020, y continúan haciéndolo este 2021.
Las remesas significan un consuelo reparador para millones de hogares en gran parte de América, desde México hacia abajo. Con las remesas se atenuó el impacto económico que pudieron haber vivido estos países durante la pandemia de no contar con el salvavidas de sus migrantes.
Un informe de “Oxford Economiscs” llamado “El efecto de las remesas: un salvavidas para las economías en desarrollo durante la pandemia y la recuperación”, identificó los fundamentos económicos y de consumo de remesas como algo positivo que dieron una fuerza inesperada en los flujos de envíos de dinero. Un panorama muy distinto a las previsiones del Banco Mundial sobre la desaceleración de 2021 para a esos países en desarrollo.
Esto quiere decir que esas transferencias globales de remesas superaron incluso la inversión directa extranjera en esos países, la razón es porque el dinero llega directamente a los bolsillos de los individuos, quienes a su vez financian una gran gama de actividades económicas.
El estudio señala que el “efecto remesa” genera beneficios profundos a esas economías en desarrollo: por un lado la reducción de la pobreza y por otro el aumento de la actividad económica. Las remesas son motores de crecimiento, mejoran la conectividad y al poner en contacto a todo el mundo, contribuyen a una independencia económica, social y política interestatal, incluso con las fronteras cerradas.
Dentro del estudio se habla sobre la resilicencia y la interconectividad financiera y se deja evidencia que “las crisis hacen que la gente esté más decidida a ayudar a sus seres queridos. Cuando los tiempos son difíciles en las economías en desarrollo, los remitentes de remesas se convierten en trabajadores de primera línea para la seguridad económica”, así lo asegura Hikmet Ersek, presidente de Western Union.
Por ahora, el Banco Mundial estima que la pandemia llevará entre 88 y 115 millones de personas más a la pobreza extrema, se habla de un aumento de 150 millones de personas en 2021.
Datos claves del informe sobre el efecto de las remesas
- Las remesas definitivamente fueron un consuelo esperanzador para los países en desarrollo en 2020.
- Los lazos familiares y las economías en recuperación pueden resistir respecto a los flujos de las remesas.
- Para el resto de 2021, se espera que los resultados de las remesas se muevan en un amplio rango, entre el descenso y nuevamente el crecimiento.
- Las previsiones de un repunte del PIB en las economías emisoras, al tiempo que se vaya saliendo de la pandemia, son un buen augurio para las remesas de 2021.
- Las remesas son el motor oculto de la conectividad mundial. Los flujos financieros entre particulares contribuyen a la interdependencia.
- Los flujos de remesas se emplean en satisfacer necesidades específicas de los receptores.
- Las remesas tienen efecto a corto plazo en el producto nacional.
- Las remesas representan un seguro social para los hogares de países en desarrollo.
- Las remesas se multiplican a través de la economía de un país con una aportación de 0,40 centavos del PIB por cada dólar que llega. Este multiplicador de 0,40 centavos es comparable o es superior a estimaciones del multiplicador de la inversión extranjera directa o incluso de la ayuda oficial al desarrollo.
El 2020 ha mostrado tanto el poder de la acción como el de la inacción, como era de esperar las consecuencias extremas las viven los más vulnerables, sin embargo, durante la pandemia los migrantes se ganaron el título de “socorristas económicos” y respondieron al llamado de la crisis, ahora toca responder al llamado de la recuperación económica.
Para 2021, para el mundo pospandémico, seguramente millones de migrantes sigan con su plan de sustentar la economía de sus países, ojalá se cree la necesidad de que esas remesas enviadas con tanto esfuerzo se conviertan en inversiones productivas y que el avance económico sea para todos.
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