¿Por qué los precios se han disparado en todo el país? ¿Debemos preocuparnos por una gran inflación?
Los economistas ven un riesgo bajo de que el actual gasto gubernamental para el alivio de la pandemia provoque una espiral inflacionaria
A lo largo de todo Estados Unidos, miles de personas se quejan por los precios más altos de bienes y servicios. Algunos incrementos están vinculados a las materias primas, que se comienzan a agotar a medida que la economía mundial emerge de un letargo provocado por la pandemia de coronavirus. ¿Debemos preocuparnos por una gran inflación? Veamos.
Los precios de la madera están en su punto más alto gracias al auge épico de la construcción de viviendas, mientras que el cobre y el acero también han alcanzado récords. Los productos agrícolas no están exentos. El precio del maíz se encuentra en su nivel más alto desde 2012, lo mismo ocurre con los precios de la soja. Incluso las ventas de futuros de queso en bloque se han disparado por la cercanía de la temporada de parrilladas.
¿Y los bienes de consumo? Los precios de los pañales aumentaron el año pasado y dos productores importantes, Kimberly-Clark y Procter & Gamble, han advertido a los clientes que se avecinan nuevos aumentos. Mientras tanto, la escasez de chips de computadora ha provocado el alza de los precios de los automóviles y pronto podría pasará lo mismo con artículos y electrodomésticos.
Esto no solo le importa para los estadounidenses que cuidan sus bolsillos. Los aumentos de precios también son analizados de cerca por inversionistas y economistas, que quieren saber si esto es un fenómeno pasajero cuando el país emerge de un shock económico único o una tendencia más sostenida, que hace recordar la inflación de la década de los 70.
La respuesta a esa pregunta tendrá enormes consecuencias para los mercados financieros. Si la Reserva Federal (Fed) cree que hay un problema real con la inflación, podría impulsar las tasas de interés o reducir sus compras de bonos antes de lo esperado. Eso provocaría una venta masiva dramática de activos de alto crecimiento, cuyo aumento ha marcado la pauta para invertir durante la pandemia. La propia FED cree firmemente que la inflación será transitoria.
“No es probable que un aumento de precios único a medida que la economía se reabre, conduzca a una inflación anual persistentemente más alta en el futuro”, dijo el presidente de la Fed, Jerome Powell, “De hecho, es trabajo de la Fed asegurarse de que eso no suceda”.
La mayoría de los economistas están de acuerdo con este punto de vista, incluso admiten que el panorama no tiene precedentes. En un documento publicado el viernes, los principales economistas, incluidos Laurence Ball de la Universidad Johns Hopkins y Gita Gopinath, economista en jefe del Fondo Monetario Internacional, dijeron que esperan “un aumento de la inflación modesto y temporal”, y señalaron que el gasto público bajo la administración de Biden no parece ser una amenaza.
“En general, hay poco riesgo de que el actual gasto gubernamental para el alivio de la pandemia provoque una espiral inflacionaria”, escribieron.
Vale la pena seguir de cerca las propuestas de gasto adicionales en infraestructura, empleos y atención médica, agregaron los economistas, pero como el gasto se distribuirá durante un período más largo, “parcialmente sería compensado por medidas fiscales y podría limitar las preocupaciones sobre el recalentamiento de la economía”.