Pros y contras de que las remesas enviadas de Estados Unidos a México sean vehiculizadas por el nuevo plan bancario del gobierno mexicano

El gobierno de México lanzó un plan para bancarizar a los mexicanos que viven en territorio estadounidense y a sus familiares en México, de manera de facilitar, reforzar y ampliar los servicios financieros para el envío de remesas desde los Estados Unidos.

Desde que se hizo el anuncio del plan bancario sobre la posibilidad de que migrantes mexicanos puedan abrir cuentas en el banco del desarrollo (desde sus consulados locales en Estados Unidos) y enviar remesas, salieron a resaltar algunas ventajas y desventajas sobre el programa.

A favor:

• En primer lugar vale la pena destacar que el proceso de bancarización podría ser muy beneficioso para los migrantes mexicanos y sus familias, así como para la economía mexicana debido a la probabilidad de que aumente el envío de remesas lo que a su vez generará un mejor tipo de cambio.
• Asimismo, para los expertos es una buena manera de contrarrestar los riesgos de la reforma a la Ley de Banxico por el peligro que ésta significaba para la autonomía del Banco de México.
• La idea de bancarizar es una iniciativa que abre la inclusión financiera, un reto al cual se enfrenta el gobierno mexicano al tener actualmente casi un 60% de municipios con baja incorporación al sistema bancario. Sobre todo en municipios que reciben altos montos de remesas.
• Otro punto positivo es que para promover la bancarización se ha ofrecido el desarrollo de una aplicación (Ubicanje) y una página web que hará más fácil pertenecer al sistema financiero mexicano, incluso estando en Estados Unidos.
• Y la principal expectativa sobre este plan es que los servicios financieros abarquen diferentes regiones del país, inclusive donde son inexistentes.

En contra:

• Aún no queda clara la manera en la que el gobierno estipula captar esas remesas que son enviadas a México. Y se teme que la idea de la bancarización se politice. Así lo advierte, Hector Villareal, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), quien asegura que hay que ser muy cuidadoso para que un proyecto de esta envergadura no termine en “elefante blanco”.
• Por otro lado, con respecto a la construcción de 2,000 sucursales del Banco del Bienestar en los próximos dos años, Enrique Díaz-Infante, director del Programa del Sector Financiero y Seguridad Social en Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), considera que esta construcción de bancos físicos tendrá un costo muy elevado para el Estado, por lo que propone que la “bancarización sea vía tecnología”.
• Y por último, el mayor punto en contra es que el plan de gobierno no ha explicado los detalles de cómo el Banco del Bienestar va administrar los dólares y las cuentas bancarias de los migrantes mexicanos. Por ello se teme que al ser banco de desarrollo y no la banca comercial no existan los mismos niveles de transparencia, lo que puede traducirse en “corrupción” según expertos financieros.

Tomando en cuenta los pros y los contra de este plan de bancarización y no quedando claro a dónde van a ir los dólares que se depositan por remesas, Hector Villarreal dice que: “hay varios riesgos, uno es que termine el gobierno con bóvedas llenas de millones de dólares en efectivo y que no los pueda devolver al sistema porque nadie se los acepta”.

Y con respecto al tipo de cambio favorable que se ofrece para los migrantes, Pablo Cotler, académico de la Universidad Iberoamericana, advierte que esto puede que no pase de ser discurso político pues es casi imposible que el tipo de cambio discrimine por el tipo de persona que tenga acceso al mercado.

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