Por qué las tiendas de a dólar se han convertido en el blanco de la criminalidad

Mientras que la desigualdad salarial ha afectado la economía de millones de personas en los Estados Unidos en las últimas tres décadas, el modelo de negocio de las tiendas de a dólar se encuentra en uno de sus puntos más boyantes con alrededor de 33,000 puntos de venta a nivel nacional y la apertura de más de 1,500 nuevos establecimientos de este tipo tan solo en 2019, lo que coloca a este modelo de negocio como el de mayor crecimiento entre los minoristas.

Ambos indicadores van de la mano y en medio de los dos hay un alarmante fenómeno que ha impactado la seguridad pública y se refiere a la incidencia delictiva que se ha desatado en torno a las tiendas de a dólar.

Según un reportaje de Alec MacGillis para el portal informativo sin fines de lucro ProPublica en conjunto con el semanario The New Yorker, las tiendas de a dólar han sido el blanco de una serie de delitos denominados de alto impacto, contabilizando más de 200 incidentes violentos con armas de fuego desde 2017 en los comercios Family Dollar y Dollar General, de los cuales una cuarta parte ha derivado en muertes de acuerdo al sitio Gun Violence Archive, que lleva un registro de este tipo de hechos.

Entre los delitos se incluyen robos a vehículos, tráfico de drogas en los estacionamientos, altercados al interior de las tiendas y robos a mano armada con lesiones a empleados o clientes de las tiendas, algunas de ellas de consecuencias fatales. Incluso la exigencia en el uso de las mascarillas o tapabocas por la pandemia ha dificultado la detección de supuestos consumidores dedicados al robo, como el caso del asesinato de un guardia de seguridad en una tienda Family Dollar en Flint, Michigan.

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La investigación periodística arroja que esta detonación de los delitos va de la mano con el incremento en el número de tiendas, muchas de las cuales se ubican en zonas de alta criminalidad, ya que si bien los índices de violencia armada rutinaria ha disminuido en las regiones más prósperas de Estados Unidos, se ha mantenido alta en los lugares donde predominan estos locales y que en muchos casos han sido descuidadas por las autoridades.

Asimismo, las medidas tomadas por los propias empresas han sido insuficientes para desinhibir la delincuencia y procurar la seguridad en establecimientos con poco personal. “La probabilidad de que ocurra un delito depende de tres elementos: un delincuente motivado, una víctima vulnerable y la ausencia de un guardián capaz”, escribió el sociólogo especialista en temas de criminalidad Patrick Sharkey, en su libro “Paz Incómoda” (Uneasy Peace), lo que significa que una de las formas de revertir esta situación es a partir de medidas de prevención.

Al final, la creciente desigualdad económica justo se traduce en las condiciones propicias para que las tiendas de a dólar encuentren su mercado principal y puedan proliferar con todo y el riesgo de la criminalidad.