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¿Se abaratarán las hipotecas y créditos? Lo que significa que la Fed piense en bajar la tasa

Las tasas de interés que fija la Fed son la referencia que utilizan bancos y prestamistas en todo el país para determinar el costo del dinero

Jerome Powell

El presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, dio a conocer la decisión del banco central y las razones. Crédito: Drew Angerer | Getty Images

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) ha encendido un nuevo debate económico tras reconocer, en voz de su presidente Jerome Powell, que podría evaluar un recorte a la tasa de interés en septiembre de 2025. Más allá del ruido político y de las presiones externas, lo que muchos se preguntan es algo mucho más cotidiano: ¿qué pasará con los créditos e hipotecas si la Fed baja la tasa?

El impacto directo en tu bolsillo

Las tasas de interés que fija la Fed son la referencia que utilizan bancos y prestamistas en todo el país para determinar el costo del dinero. Cuando estas tasas suben, pedir un crédito para comprar una casa, un auto o incluso financiar un negocio se vuelve más caro. Por el contrario, cuando bajan, los préstamos tienden a abaratarse.

Si la Fed confirma un recorte en septiembre, los primeros beneficiados serían los consumidores que tienen deudas variables, como tarjetas de crédito y préstamos personales, cuyos intereses suelen ajustarse rápidamente a los movimientos de la tasa de referencia.

Hipotecas: el gran termómetro

El caso de las hipotecas en EE.UU. es particular. Aunque no se ajustan de manera inmediata a las decisiones de la Fed, sí responden a la expectativa del mercado. Es decir, si los inversionistas perciben que la economía tendrá tasas más bajas en el futuro cercano, los rendimientos de los bonos del Tesoro bajan, y con ellos las tasas hipotecarias.

Esto abre la posibilidad de que en los próximos meses, quienes buscan comprar una vivienda encuentren condiciones un poco más accesibles que en los últimos dos años, cuando los intereses alcanzaron máximos no vistos en décadas.

No todo será tan sencillo

Sin embargo, un recorte en la tasa no significa que automáticamente el crédito se abarate de forma masiva. Los bancos también consideran otros factores como el riesgo de impago, la inflación y las condiciones generales de la economía. Además, si bien los intereses pueden disminuir, la aprobación de un crédito seguirá dependiendo de la solvencia financiera de cada persona.

De igual forma, quienes ya tienen hipotecas fijas a largo plazo no verán cambios inmediatos en su pago mensual, aunque podrían evaluar una refinanciación si las condiciones futuras son favorables.

Más allá de septiembre

El posible recorte de septiembre sería apenas el inicio de un proceso que la Fed deberá manejar con cautela. Un alivio demasiado rápido podría desatar nuevas presiones inflacionarias, mientras que una demora excesiva mantendría congelado el acceso al crédito.

En todo caso, la expectativa ya está sembrada: una baja en la tasa podría marcar el inicio de una etapa donde el financiamiento vuelva a ser un poco más accesible, algo que millones de familias estadounidenses esperan con ansias para poder enfrentar mejor el costo de la vida.

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