¿Cuándo envía el Seguro Social de Estados Unidos un pago por $943 y otro por $1,415 dólares?
Todos reciben cantidades diferentes, ya que dependerá del tipo de beneficio al que estén inscribos, los años que hayan trabajado y pagado impuestos a la SSA y los ingresos que hayan tenido durante este tiempo gravable
Durante 2023, la Administración del Seguro Social (SSA) se reportaron muchos casos de notificaciones por sobrepago, por lo que se debía regresar ese dinero. Crédito: Shutterstock
Se acabaron los pagos de la Administración del Seguro Social (SSA, por sus siglas en inglés) del mes de julio. A partir de la siguiente semana se renovará el calendario de pagos de la organización estadounidense para darles nuevos beneficios a los jubilados y discapacitados del país.
Todos reciben cantidades diferentes, ya que dependerá del tipo de beneficio al que estén inscritos, los años que hayan trabajado y pagado impuestos a la SSA y los ingresos que hayan tenido durante este tiempo gravable. Ahora bien, el más cercano de los pagos que se aproxima es uno por $943 dólares. ¿A quién le corresponde y cuándo llega? En Solo Dinero te lo vamos a contar.
El siguiente pago directo que la Administración del Seguro Social hará y que tiene que ver ya con los beneficios de agosto, es el que está relacionado con el programa de Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI, por sus siglas en inglés).
La fecha en la que los beneficiarios que estén suscritos a este programa van a recibir su pago es el jueves 1 de agosto de 2024 y es por una cantidad promedio de $943 dólares. Esta es la cantidad promedio que la SSA ha establecido que reciben los beneficiarios solteros inscritos al SSI, mientras que las parejas casadas en donde ambos cónyuges son elegibles para este programa, van a obtener hasta $1,415 dólares.
El SSI siempre enviará los beneficios el día 1 de cada mes. Esta fecha cambiará cuando el primer día caiga en sábado, domingo o en un feriado federal, en esos casos, entonces se recorrerá para el siguiente día hábil anterior a la fecha original.
El Seguro Social Suplementario (SSI, por sus siglas en inglés) es un programa federal en los Estados Unidos que proporciona asistencia financiera a personas mayores de 65 años, ciegas o discapacitadas con ingresos y recursos limitados. Es administrado por la Administración del Seguro Social (SSA) y fue establecido en 1972 con el objetivo de asegurar un ingreso mínimo garantizado para las personas más vulnerables de la sociedad, complementando otros beneficios de seguridad social y recursos disponibles.
El programa SSI es financiado a través de fondos generales del Tesoro de los Estados Unidos y no por los impuestos del Seguro Social, como es en el caso de los beneficios por jubilación. Esto significa que los beneficios del SSI no están vinculados a las contribuciones de nómina de los trabajadores y empleadores, como es el caso del Seguro de Ingreso del Seguro Social (SSDI).
Los beneficiarios del SSI deben cumplir con estrictos criterios de ingresos y recursos, incluyendo propiedades y activos, para calificar. Además de los pagos en efectivo, los beneficiarios del SSI a menudo califican para otros programas de asistencia, como Medicaid y cupones de alimentos, SNAP, por sus siglas en inglés.
Para solicitar el SSI, los individuos deben pasar por un proceso de solicitud riguroso que incluye proporcionar documentación detallada sobre sus ingresos, recursos y condición médica. En algunos casos se pueden requerir evaluaciones médicas adicionales para determinar la elegibilidad. Una vez aprobada la solicitud, la cantidad de beneficios que un individuo recibe puede variar según su situación económica y de vivienda. Se realizan revisiones periódicas para asegurarse de que los beneficiarios continúan cumpliendo con los requisitos del programa.
El impacto del SSI en las vidas de los beneficiarios es significativo, ya que proporciona un nivel básico de seguridad financiera que puede mejorar la calidad de vida y reducir la pobreza entre los grupos más vulnerables. Sin embargo, el programa también enfrenta críticas y desafíos, como la complejidad del proceso de solicitud y las restricciones estrictas sobre los ingresos y recursos, que algunos consideran insuficientes para cubrir las necesidades básicas en áreas con alto costo de vida. A pesar de estas críticas, el SSI sigue siendo una fuente crucial de apoyo para millones de estadounidenses.
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