Cuidado con las estafas a través del Programa de Asistencia de Desempleo por la Pandemia (PUA)
Gran parte del fraude se comete gracias a la explotación de la confianza de las personas
Cuando el gobierno diseñó un programa de ayuda económica para los estadounidenses, nunca imaginó que enfrentaría un problema creciente de fraude, que potencialmente inmoviliza millones de dólares y se lo impide a las personas que más lo necesitan.
Se trata del Programa de Asistencia de Desempleo por la Pandemia, o PUA, diseñado para expandir los beneficios de desempleo, el que se ha convertido en principal objetivo de los estafadores que roban la identidad de las personas para solicitar los beneficios, dejando a su suerte a los ciudadanos más vulnerables.
El programa de asistencia es particularmente vulnerable porque es específicamente para trabajadores por cuenta propia o contratistas independientes, y no hay un empleador que verifique los ingresos del solicitante.
Y es que este magno fraude no se trata de personas que estén presentando una o dos reclamaciones. Son estafadores que han descubierto formas de ingresar al sistema y anular los candados de seguridad que existen.
Por ejemplo, en California los ciberdelincuentes utilizan identidades robadas de violaciones de datos anteriores para hacerse pasar por solicitantes legítimos. Tienen como objetivo interceptar los artículos enviados por correo sobre reclamaciones fraudulentas.
Los investigadores dicen que los ladrones están enumerando las direcciones en sus formularios, lo que ayuda a explicar por qué personas inocentes reciben correos electrónicos inesperados del Departamento de Desarrollo del Empleo.
Este programa ha distribuido más de $49 mil millones de dólares a lo largo y ancho de Estados Unidos, pero este apoyo es administrado por los departamentos de trabajo e industria estatales y locales, facilitándose su explotación.
El Servicio Secreto de Estados Unidos ha iniciado más de 500 investigaciones en 40 estados como parte de un esfuerzo de múltiples agencias para proteger el dinero de los contribuyentes, reportó NBC News.
Aunque es difícil de creer, gran parte del fraude se comete gracias a la ingeniería social tradicional, en la que se explota la confianza de una persona para aprovecharla financieramente.