El envío de remesas empobrece a los migrantes en Estados Unidos
Los trabajadores migrantes enfrentan condiciones deplorables de trabajo para lograr enviar cada vez más remesas a sus países
Si bien es sabido que los migrantes que viven en Estados Unidos han batido récord con el envío de remesas a sus países, tambien debe quedar claro que están haciendo un trabajo arduo, horas extras y probablemente acumulando más deudas cada vez con tal de ayudar a sus familiares; es decir ayudando a la pobreza están empobreciendo.
Hay migrantes que están trabajando hasta 15 horas y 20 horas diarias y tienen 3 empleos para que les sea posible enviar más dinero a sus familiares, quienes probablemente están paralizados a nivel laboral. Pero al mismo tiempo, por el hecho de haber asumido los gastos completos de sus familiares en otros países quizá estén acumulando deudas desde el inicio de la pandemia.
Por otra parte, producto del plan de ahorrar dinero para enviar más a sus países de origen, los migrantes se han visto en situaciones de hacinamiento, sobre todo en el sector agrícola. Según evaluaciones del Programa de Intérpretes Indígenas de las comunidades indígenas de liderazgo “estamos viendo casas con nueve o incluso doce personas”, situación que influyó para que muchos migrantes se contagiaran de COVID-19 y hasta murieran”, asegura su director Luis López.
Asimismo, tienen un modo de vida paupérrima y son marginados. Sobre todo los migrantes indígenas, la mayoría no habla inglés, ni español, trabajan en malas condiciones y enfrentan el racismo doblemente: de sus connacionales y por ser indocumentados.
De su lado, el presidente de México, Manuel López Obrador (AMLO), sin tomar en cuenta todas estas malas condiciones no ha parado de alabarlos y de enfatizar que ellos son la mejor fuente generadora de divisas y que gracias a ellos el consumo en el país azteca no ha disminuido.
La posición del presidente mexicano y su positivismo por las remesas recibidas ha sido duramente criticada, pues AMLO en lugar de intentar establecer condiciones económicas eficaces para sus connacionales, muy al contrario, mantiene un discurso que exalta una dependencia de México de esas remesas.
“Apostarle al exceso de fuerza de trabajo desocupada y sin los mejores niveles de calificación, es una estrategia poco realista” asegura para Zeta el economista Miguel Armas. El gobierno mexicano habla de planes de empleos entre México y Estados Unidos, pero para los especialistas financieros esto son “modelos modernos de esclavismo” hacerlo es crear un monstruo en violación de derechos humanos.
A pesar de la pobreza generada a migrantes y de la que están al tanto el gobierno y las cúpulas empresariales, se espera que para el año en curso las remesas alcancen un monto alrededor de los 43,450 millones de dólares, es decir, un incremento anual de 7%, según estimaciones de BBVA Research.
Todo esto lleva a decir que a pesar de que la migración de trabajadores hacia Estados Unidos es una practica histórica y poco atendida por ambos gobiernos, no debería ser motivo de orgullo para ningún país. Tanto los países receptores de migrantes como de esos de donde sale la mayor parte de la migración deberían trabajar en conjunto para que sus ciudadanos cuenten con condiciones mínimas laborales.
—
También te puede interesar:
Cuánto vale el dólar hoy en México
América Latina acumuló 100 mil millones de dólares en remesas en 2020