América Latina acumuló 100 mil millones de dólares en remesas en 2020
Migrantes de América Latina se esforzaron durante 2020 para que el envío de remesas fuese viable
América Latina se benefició del esfuerzo de los migrantes en el envío de remesas. Crédito: Karolina Grabowska | Pexels
EL Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA), señaló que América Latina y el Caribe recibieron en remesas provenientes de los Estados Unidos un total de 101,500 millones de dólares al cierre del año 2020, cifra que representa un crecimiento de 8..3 % si se compara con los flujos del año anterior.
El informe de CEMLA confirma que el apoyo financiero que dieron muchos países receptores de migrantes a los trabajadores afectados por la pandemia mitigó la pérdida de ingresos de estos. Esto se reflejó en el esfuerzo que hizo cada migrante para que el envío de remesas fuese un hábito que continuara siendo posible.
Este comportamiento de compromiso de migrantes con la economía de sus hogares ya se ha repetido en otros momentos de crisis, el CEMLA menciona en su informe que esto ya ocurrió en la crisis financiera de 2009.
La Pandemia del COVID19 y las Remesas a Latinoamérica y el Caribe en 2020.
— CEMLA (@CEMLA) March 12, 2021
René A. Maldonado Gonzáles, Jeremy Harris y Fermín Vivianco.
Nota de Remesas 4/2021https://t.co/IYhUM3oT87 pic.twitter.com/JZQxo2BkhP
Sin embargo, la evolución de las remesas no fue homogénea en toda la región, en lo que respecta a la composición de las remesas que recibe cada subregión tenemos que México y el Caribe ganaron 1.2% y 1% respectivamente de participación en el total regional. Mientras que Sudamérica y Centroamérica lo perdieron con -1.7% y -0.5% respectivamente.
Aunque se observó crecimientos anuales en la recepción de flujos en los países de Centroamérica con 4.2%, el Caribe con el 12.7 % y México con un 9.6 %, en los países suramericanos se observó una ligera caída de 1 por ciento y la reducción más acentuada se dio en el grupo de países andinos, cuya caída fue de 4.2 por ciento.
Otro factor determinante en el crecimiento de las remesas hacia América Latina es que ante el decreto de la pandemia y el cierre de operadoras de remesas, la mayoría actuó rápidamente e implementó la oferta de servicios no presenciales.
Esta facilidad proporcionada para el envío de remesas no solo evitó que se frenaran esas transferencias internacionales de dinero, sino que a mayor consumo del servicio se evitó que los costos de esas transferencias se elevaran como se había pronosticado en el debut de la pandemia.
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