GMC HUMMER EV 2026 y las contradicciones eléctricas de Estados Unidos
Mientras el resto del mundo, liderados por China, apuestan por los autos eléctricos, Estados Unidos va en dirección contraria

La GMC HUMMER EV 3x 2026 es un prodigio de la tecnología MADE IN USA. Crédito: Javier Mota | Cortesía
Esta semana volví a manejar la GMC HUMMER EV, ese mastodonte eléctrico que representa, al mismo tiempo, lo mejor y lo peor de la industria automotriz moderna.
Lo mejor, porque demuestra el increíble potencial tecnológico que hoy tenemos para mover un vehículo de casi 9,000 libras con cero emisiones y hasta 1,160 caballos de fuerza.
Y lo peor, porque revela lo contradictorio que puede ser el camino hacia la electrificación total. Después de esta nueva experiencia, me quedó claro, una vez más: el futuro del automóvil es eléctrico. Quizás no en 2030, como predijeron algunos hace apenas cinco años, pero no hay otra salida posible.
Política contra progreso
Mientras el mundo acelera hacia la electrificación, Estados Unidos parece haber pisado el freno.
Desde el primer día de la actual administración del presidente Donald Trump, la política automotriz se convirtió en una bandera ideológica más que en una estrategia industrial.
En nombre de “proteger los empleos” y “defender el motor americano”, se revivió el discurso nostálgico de los motores V8 rugientes y la gasolina barata, pero la realidad es testaruda: los números no mienten.
Trimestre eléctrico con ventas récord
Según Kelley Blue Book, las ventas de vehículos eléctricos (VE) en el tercer trimestre de 2025 alcanzaron un máximo histórico de 438,487 unidades, un aumento del 40.7% respecto al trimestre anterior y del 29.6% interanual.
Por primera vez, los vehículos eléctricos representaron el 10.5% del total de ventas de vehículos en Estados Unidos, marcando un nuevo récord histórico.
Las cifras muestran un fenómeno que trasciende la política: mientras en Washington se discuten subsidios, créditos fiscales y fronteras comerciales, los consumidores siguen comprando eléctricos, si los precios son razonables.
Eso sí, no todos los fabricantes celebraron el récord:
- Mercedes-Benz mantuvo sus ventas planas.
- Toyota y Nissan incluso retrocedieron.
- Mientras tanto, Volkswagen, General Motors, Honda y Hyundai duplicaron sus cifras respecto al año anterior.
Incluso Tesla, que había perdido terreno en la primera mitad del año, logró un crecimiento del 8%.
La Chevrolet Equinox EV se posicionó como la sorpresa del trimestre, con cerca de 25,000 unidades vendidas, detrás de los inalcanzables Tesla Model Y (114,000) y Model 3 (53,000).
Aun así, solo nueve modelos superaron las 10,000 unidades en ventas, lo que deja claro que la rentabilidad masiva del vehículo eléctrico todavía es un espejismo.
Fin de los incentivos, principio del desafío
El final de los créditos fiscales federales de hasta $7,500 dólares por vehículo, ha creado una tormenta perfecta.
Durante años, esos incentivos fueron el pilar de la adopción eléctrica en Estados Unidos. Ahora, sin ese impulso, el mercado entra en una fase de madurez forzada.
“La industria está perdiendo el control”, advirtió Stephanie Valdez Streaty, directora de Perspectivas de la Industria de Cox Automotive.
Según sus estimaciones, las ventas de eléctricos podrían caer notablemente en el cuarto trimestre de 2025 y los primeros meses de 2026. La pregunta ya no es si el futuro será eléctrico. La duda es cuándo y a qué costo.
El mundo avanza, Estados Unidos duda
Mientras en Europa se afianzan los planes para eliminar los motores de combustión en 2035, tal como lo vimos en el reciente Munich Mobility Show, y China domina la cadena global de baterías, Estados Unidos sigue debatiendo si la electrificación es una amenaza o una oportunidad.
Los fabricantes globales no esperan el veredicto político. Invierten miles de millones en investigación, infraestructura y nuevas plataformas, como la del BMW iX3 que se empezó a fabricar en la nueva planta de BMW Debrecen, Hungría y a partir del año próximo también se producirá en la planta de San Luis Potosí, México.
En ese contexto, las políticas proteccionistas estadounidenses parecen más un obstáculo que una estrategia.
El motor eléctrico del futuro ya está encendido
La GMC HUMMER EV es una metáfora de lo que ocurre hoy en la industria automotriz norteamericana: un gigante poderoso, con excelente tecnología y MADE IN USA, pero pesado en todos los sentidos, intentando adaptarse a un nuevo mundo.
La electrificación no será instantánea ni sencilla. El ritmo quizá no alcance las metas de 2030, pero la dirección ya está trazada.
Los motores de combustión interna de gasolina pueden seguir rugiendo en los comerciales de televisión, pero el silencio del motor eléctrico será, inevitablemente, el sonido del futuro.