Los precios al consumidor en Estados Unidos crecieron más de lo esperado en julio
El índice de precios al consumidor subió un 0,6% el mes pasado y la gasolina representó un cuarto de esa alza
El índice de precios al consumidor (IPC) de los Estados Unidos aumentó más de lo previsto en julio y la inflación subyacente tuvo su mayor alza en 29 años y medio con el aumento de los costos de los bienes y servicios.
El informe del Departamento de Trabajo probablemente no sea el comienzo de un preocupante aumento de la inflación, y es probable que la Reserva Federal (Fed) continúe inyectando dinero a la economía para ayudar a la recuperación de la recesión por las medidas para contener el COVID-19.
Decenas de millones de estadounidenses están desempleados y el rebrote de coronavirus se extiende por todo el país, principalmente en el sur.
El índice de precios al consumidor subió un 0,6% el mes pasado y la gasolina representó un cuarto de esa alza. El IPC había subido lo mismo en junio. En los 12 meses hasta julio, el IPC se aceleró a un 1,0% desde el 0,6% en junio.
Economistas encuestados por algunas agencias habían pronosticado que el IPC subiría un 0,3% en julio y un 0,8% en tasa interanual.
Excluyendo los volátiles componentes de alimentos y energía, el IPC subió un 0,6% el mes pasado, la mayor alza desde enero de 1991 y siguió a una subida del 0,2% en junio. En los 12 meses hasta julio, el IPC subyacente subió a un 1,6% desde el 1,2% marcado en junio.
La Reserva Federal ha adoptado una política monetaria extraordinariamente expansiva, con tasas de interés cerca de cero, compras de activos a gran escala y préstamos a las empresas, entre otras medidas.