Más de 12 millones de personas fallecidas siguen registradas en la Seguridad Social de EE.UU.
Un error histórico del Seguro Social que puede tener consecuencias fiscales, legales y financieras para millones de estadounidenses

Miles de personas son clasificadas como fallecidas, por error, en el Seguro Social de Estados Unidos. Crédito: Shutterstock
En un hecho que ha generado gran preocupación entre los expertos en administración pública, la Administración del Seguro Social de Estados Unidos (SSA) tiene en sus registros a más de 12 millones de personas que ya han fallecido, pero que aún aparecen como vivas o no han sido correctamente registradas como fallecidas. Esta situación no solo plantea un problema técnico, sino que también puede dar lugar a fraudes, pagos indebidos, robos de identidad y una mala asignación de recursos estatales.
Esta cifra ha sido corroborada en varios informes oficiales y auditorías realizadas en los últimos años, que muestran la existencia de fallas persistentes en la actualización del “Maestro Archivo de Fallecidos” (Death Master File o DMF), el cual se utiliza para verificar el estado de vida o muerte de los beneficiarios del Seguro Social y otros programas federales.
¿Qué implica este error?
Cuando una persona fallece en Estados Unidos, su muerte debe ser reportada a la SSA a través de hospitales, funerarias, médicos o familiares. Esa información se incorpora en el DMF, una base de datos que usan múltiples agencias gubernamentales, bancos y aseguradoras para evitar pagos erróneos o fraudes. Sin embargo, cuando los datos no se actualizan correctamente, ocurren situaciones tan insólitas como preocupantes:
- Personas fallecidas que siguen recibiendo beneficios mensuales.
- Ciudadanos vivos que son erróneamente marcados como muertos, afectando su crédito, su empleo y hasta su capacidad para votar.
- Posibilidad de que delincuentes roben identidades de fallecidos para abrir cuentas bancarias, solicitar préstamos o realizar fraudes.
¿Por qué hay tantos errores?
La SSA ha indicado que gran parte del problema se debe al proceso manual y descentralizado que se utiliza para reportar defunciones. No todas las agencias estatales están obligadas a compartir sus datos directamente con la SSA, y en algunos casos, los registros pueden tardar meses en actualizarse.
Además, hay errores de digitación, falta de verificación cruzada y procedimientos burocráticos obsoletos, lo que permite que muchos fallecimientos pasen desapercibidos para el sistema federal.
En auditorías recientes, se han encontrado incluso fallecimientos que ocurrieron hace décadas y que nunca fueron incorporados al sistema central. Esto ha permitido que familiares o terceros sigan cobrando beneficios que ya no les corresponden.
Consecuencias económicas y fiscales
Este problema de registros incorrectos afecta directamente las finanzas públicas. Solo en el último año auditado, el Gobierno federal estimó que se realizaron pagos indebidos por más de $1,000 millones de dólares a personas que ya han fallecido.
Además, hay repercusiones en el ámbito tributario. El Servicio de Impuestos Internos (IRS) utiliza los datos del Seguro Social para determinar si alguien debe presentar impuestos. Si esos datos son incorrectos, pueden surgir errores en las devoluciones, sanciones injustas o incluso investigaciones por fraude fiscal a personas inocentes.
Casos reales: cuando el sistema “mata” a los vivos
Aunque pueda parecer sorprendente, hay miles de personas que, por error, han sido registradas como fallecidas en los sistemas de la SSA. Esta confusión les impide cobrar sus cheques, acceder a servicios médicos, trabajar legalmente o incluso renovar sus documentos de identidad.
Algunos de los afectados han tenido que luchar durante meses, e incluso años, para demostrar al Estado que están vivos. Este proceso puede ser largo y costoso, ya que a menudo necesitan abogados, certificados, entrevistas y múltiples verificaciones.
¿Qué está haciendo el Gobierno para corregirlo?
En los últimos años, el Gobierno federal ha comenzado a mejorar los procesos de verificación de defunciones, exigiendo mayor interoperabilidad entre los registros estatales y federales. También se están implementando tecnologías más modernas de análisis de datos, inteligencia artificial y automatización para detectar inconsistencias de forma más rápida.
Además, existen propuestas en el Congreso para crear una base nacional centralizada y obligatoria de defunciones, gestionada en tiempo real y conectada con todos los estados y agencias gubernamentales.
Sin embargo, estas soluciones aún están en proceso de desarrollo, y el problema persiste en una escala significativa.
No te pierdas de todas las noticias de Solo Dinero desde su canal de WhatsApp. Suscríbete desde el siguiente enlace. Síguenos en Facebook e Instagram.
***
También te puede interesar: