Podrían embargarte el tercer cheque de estímulo por una deuda y no te darías cuenta
Grupos de la sociedad civil y el sector bancario han advertido a los legisladores sobre el riesgo de liberar los fondos de ayuda sin estar blindados bajo el concepto de conciliación presupuestaria
El Servicio de Impuestos Internos (IRS por sus siglas en inglés) adelantó que una vez que el presidente Joe Biden firmara el Plan de Rescate Estadounidense (ARP), la transferencia de los recursos del tercer cheque de estímulo hasta de $1,400 dólares por persona comenzaría a fluir a partir de este mismo fin de semana, lo cual se asume como una buena noticia para la población que más necesita un apoyo ante la crisis económica y la incertidumbre financiera que aún priva en millones de personas; no obstante, habría beneficiarios que estarían en riesgo de no ver ni un centavo ante la posibilidad de embargo del recurso por los cobradores de deudas.
Tan pronto como la Cámara de Representantes aprobó la partida por $1.9 billones de dólares para el tercer paquete de apoyo, grupos de la sociedad civil y el sector bancario advirtieron vía escrita a los líderes del Congreso y el Senado para que los pagos de estímulos no estuvieran autorizados bajo el proceso conocido como conciliación presupuestaria, situación que pone el recurso vulnerable para que los acreedores puedan retenerlos en pago a una deuda.
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“De lo contrario, las familias que más necesitan este dinero -las que luchan contra las deudas y cuyas cuentas bancarias completas pueden ser congeladas por órdenes de embargo- no podrán acceder a sus fondos”, se lee en el documento enviado a los congresistas.
Al respecto, se espera que los legisladores presenten una iniciativa independiente que blinde el recurso del tercer cheque de estímulo de un posible embargo, aunque con el riesgo de que pueda ser demasiado tarde para las personas que reciban el dinero vía transferencia en los primeros días, por lo que los bancos estarían impedidos de codificar los depósitos para que estén protegidos automáticamente.
Los embargos pueden variar de un estado a otro, pero por lo regular, los acreedores notifican de dichas órdenes al banco, el cual congela la cuenta y avisa al consumidor, quien puede acudir a tribunales para impugnar la decisión o buscar una exención, por lo que al menos que la autoridad resuelva a favor del deudor, el recurso se quedará con el cobrador.
Existen tres tipos de deudas que pueden ser ejecutadas por medio de embargos bancarios: las del IRS, las gubernamentales o las privadas, estando los fondos de hasta $1,400 dólares por persona vía el paquete de estímulo libres de las dos primeras, incluyendo las compensaciones de manutención de menores, por lo que el riesgo se traduce únicamente a las deudas privadas, las más comunes correspondientes a las tarjetas de crédito, servicios médicos e incluso préstamos estudiantiles privados.
Ante esta situación, los beneficiarios que crean están en una situación latente de este riesgo tienen como alternativa monitorear permanentemente sus cuentas para retirar los fondos antes de que llegue el embargo o incluso cerrarlas, aunque esto implicaría esperar más tiempo para recibir el apoyo por otra vía, previo trámite con el IRS, mientras que quienes reciben el cheque físico en papel, pueden cobrarlos en establecimientos minoristas o con cambiadores de cheques, asumiendo un costo adicional de comisiones por estos servicios.
De acuerdo a datos de la Oficina del Censo de los Estados Unidos, alrededor de una tercera parte de la población elegible para recibir el tercer cheque de estímulo destinará el recurso al pago de deudas, aunque con libertad para decidirlo y no a través de un posible embargo.