Por qué están equivocados los que dicen que el Seguro Social va a la quiebra

Varios informes han coincidido en que la Administración del Seguro Social no podrá pagar los fondos completos para el año 2035, sin embargo, el panorama no es tan complicado como parece

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La SSA no está al borde de la quiebra, hay varias alternativas antes de que se quede sin dinero.  Crédito: Shutterstock

Los informes aseguran que la Administración del Seguro Social (SSA, por sus siglas en inglés) tiene una fecha de caducidad, y que está por irse a la quiebra: se dice que para el año 2035 los fondos fiduciarios se agotarán y que, por ende, no se podrán pagar los beneficios completos, es decir, al 100%. Aunque el panorama es complicado, esto no significa que la organización se esté hundiendo.

¿Cómo empezaron los problemas?

Algunos expertos, específicamente de The Motley Fool, aseguraron que esta realidad no es tan así, como se está pintando. Y en Solo Dinero te vamos a explicar las razones.

Para empezar, tenemos que empezar a contarte por qué el Seguro Social está en esta situación: el problema se acentúo cuando se registró que la organización comenzó a pagar más beneficios de lo que recaudó en el 2021.

El resultado fue que la SSA tuvo que recurrir a las reservas de $2.9 millones de dólares que contiene en sus dos fondos fiduciarios, que son el fideicomiso del Seguro de Vejez y Sobrevivientes, conocido como OASI, por sus siglas en inglés (paga retiros y beneficios a sobrevivientes) y el fideicomiso de Seguro de Incapacidad, que se le conoce como DI, por sus siglas en inglés.

El otorgar beneficios a más personas tiene que ver con que la gente vive más y tenga menos hijos, lo que se traduce en cada caño, menos personas hacen contribuciones de sus empleos para el dinero que administra el Seguro Social. Las estadísticas no mienten: en el año 2021 había 2.8 trabajadores cubiertos por cada beneficiario del Seguro Social, mientras que para el 2035, los cálculos hablan que la relación trabajador-beneficiario se reduzca de 2.3 a 1.

Es por ello que diversas proyecciones indican que el fideicomiso de OASI se agotará a finales del 2034 y que, para el 2035, solo habrá dinero para financiar el 77% de los beneficios programados por concepto de jubilación y supervivencia. El panorama no es tan abrumador para el fideicomiso del Seguro Social, ya que no se prevé que se agote en los próximos 75 años.

La solución está en manos del Congreso

Las crisis de solvencia en el Seguro Social no son nada nuevas. De hecho, una de las más agudas se vivió por 1977, cuando el Congreso elevó la tasa de impuesto sobre la nómina y la base salarial máxima gravable ante los déficits que se habían proyectado por la época.

En 1983 dieron otra mala noticia para los jubilados: que aumentaban la edad plan de jubilación y la cual pasaría de los 65 años a los 67 años. Ese mismo año anunciaron que algunos beneficios serían gravables.

Así que esta vez, la decisión está de nueva cuenta en las manos del Congreso y los expertos aseguran que ellos van a actuar antes de que llegue el “catastrófico” anuncio del año 2035. Y tienen varias opciones sobre la mesa:

1.- Eliminar el tope salarial gravable

La idea es que a partir del 2023, solo los primeros $160,200 dólares de salarios estén sujetos al impuesto del Seguro Social del 6.2% y entonces, que este número vaya en aumento en los próximos años. Si se elimina de manera definitiva o se pone un tope salarial, se podrían obtener fondos adicionales para el Seguro Social.

2.- Aumentar la edad plena de jubilación

En pleno 2023, la plena edad de la jubilación, es decir, aquella en la que eres elegible para recibir todos los beneficios, es a los 67 años, para todas aquellas personas que nacieron después de 1959.

Sin embargo, una propuesta que se puede barajear en el gobierno de Estados Unidos es la de aumentar nuevamente la edad plena de jubilación para que entonces, los trabajadores del país paguen por más años los impuestos del Seguro Social, al tiempo que se retrasa la solicitud de los beneficios.

3.- Aumentar la tasa de empleo sobre la nómina

Las sugerencias de algunos expertos es que el impuesto sobre la nómina pasen del 6.2% actual al 8.1% para ayudar a que la Administración del Seguro Social tenga mayor solvencia para los próximos 75 años.

Todas son opciones que se están barajeando y ninguna queda en concreto. Es por ello que diversos expertos aseguran que la realidad del Seguro Social no es tan dura como se pinta, o por lo menos es irrevocable, ya que el Congreso sabe que tiene que actuar y lo harán antes de que la organización pueda irse a la quiebra.

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