Seguro Social: por qué es tan difícil obtener el seguro de ingreso suplementario (SSI) y el de discapacidad (SSDI) en EE.UU.

La Administración del Seguro Social (SSA) se encarga de dos beneficios populares en Estados Unidos: el Seguro de Ingreso Suplementario (SSI) y el Seguro de Incapacidad del Seguro Social (SSDI). Sin embargo, debido a sus características, muchas personas reportan que “es difícil” reclamarlos.

De acuerdo con el portal de abogados Carlson, Meissner, Hart & Hayslett, aproximadamente el 70% de las solicitudes iniciales de SSDI se niegan cada año. En otras palabras, se aprueba menos de un tercio de las solicitudes iniciales.

“La respuesta simple es que el sistema está corto de dinero”, asegura otro portal de abogados, LawFirms. “Desde 2003, ha habido un aumento del 29% en los estadounidenses con poca o ninguna experiencia laboral que reciben pagos por discapacidad”.

A diferencia de los beneficios del Seguro Social, los beneficios de SSI no se basan en tu trabajo anterior o en el trabajo anterior de un miembro de tu familia. En otras palabras, los SSI pueden ser reclamados por cualquier persona discapacitada de cualquier edad.

“El SSI se financia con los fondos generales del Tesoro de los EE.UU.: impuestos sobre la renta personal, corporativos y otros impuestos. Los impuestos del Seguro Social recaudados conforme a la Ley de Contribuciones al Seguro Federal (FICA) o la Ley de Contribuciones al Trabajo por Cuenta Propia (SECA) no financian el programa SSI”, según la Administración del Seguro Social.

Sin embargo, los criterios de elegibilidad suelen confundirse, por lo que las solicitudes pueden ser rechazadas por una cuestión de términos poco claros para las personas.

Según la SSA, cualquiera puede solicitar el SSI. El programa SSI proporciona pagos mensuales a personas que:

• Tiene al menos 65 años de edad o es ciego o discapacitado.
• Tener ingresos limitados (salarios, pensiones, etc.).
• Tener recursos limitados (las cosas que posee).
• Son ciudadanos estadounidenses, nacionales de los EE. UU. o algunos no ciudadanos.
• Residir en uno de los 50 estados, el Distrito de Columbia o las Islas Marianas del Norte. Excepción: los hijos de padres militares asignados a un servicio permanente fuera de los EE. UU. y ciertos estudiantes temporalmente en el extranjero pueden recibir pagos de SSI fuera de los EE. UU.

En cambio, los criterios de calificación para el SSDI son muy distintos, especialmente, porque estos sí son vinculantes a tu trabajo. Solo calificarás para los beneficios de SSDI si has obtenido una cantidad adecuada de créditos de trabajo. El número exacto que necesitarás para calificar dependerá de la edad que tenías cuando te incapacitaste por primera vez.

En 2022, ganas un crédito por cada $1,510 dólares en salarios o ingresos de trabajo por cuenta propia. Cuando has ganado $6,040 dólares, habrás ganado tus cuatro créditos del año.

La cantidad de créditos de trabajo que necesitarás para calificar al SSDI generalmente aumenta a medida que envejeces. Por ejemplo, si quedaste discapacitado a la edad de 40 años, necesitarías 20 créditos de trabajo para calificar para los beneficios de SSDI. Pero si no te incapacitaste hasta los 50 años, necesitarías 28 créditos de trabajo para calificar.

También la SSA no aprobará tu reclamo a menos que puedas probar que cumples con la definición legal de discapacitado. Para probar esto, debes presentar documentación médica a la SSA como:

• Diagnósticos oficiales
• Registros de visitas a la habitación del hospital
• Pruebas de diagnóstico y resultados
• Resultados de laboratorio
• Historial de tratamiento médico
• Historial de medicamentos recetados

Sin embargo, muchas personas no presentan suficientes pruebas médicas para demostrar que en realidad están discapacitadas, por lo que la SSA no tiene más remedio que denegar su solicitud.

Asimismo, si a pesar de tu discapacidad trabajas y tus ganancias promedian más de $1,350 dólares al mes ($2,260 dólares al mes, si eres ciego), por lo general la SSA no considerará que tienes una discapacidad calificada en 2022.

Todos estos criterios, tanto los de SSI como SSDI, genera muchas confusiones entre las personas discapacitadas, mismas por las cuales el SSA les puede denegar su solicitud. Si te encuentras en esta situación, te recomendamos acercarte a un abogado que pueda asesorar tu caso para saber si puedes apelar la negación.

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