Cómo funciona el programa Farmers to Families Food Box para combatir la crisis alimentaria y por qué está en riesgo de desaparecer
Esta iniciativa diseñada por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos busca apoyar tanto a los productores como a personas de bajos recursos a través de cajas con alimentos frescos, lácteos y cárnicos
Además de las pérdidas de vidas humanas y de la crisis económica que sigue azotando a los Estados Unidos a causa de la pandemia por COVID-19 a más de un año de su llegada al país, la insuficiencia alimentaria ha sido uno de los grandes problemas con los que se han tenido que enfrentar millones de habitantes, situación que originó la creación del programa federal denominado Cajas de Alimentos de los Agricultores a las Familias, diseñado por el Departamento de Agricultura (USDA por sus siglas en inglés).
El Farmers to Families Food Box se lanzó en abril de 2020 con el objetivo de apoyar tanto a los agricultores que vieron reducidas sus ventas ante el colapso de la industria restaurantera y turística, como a las personas de menores recursos comprando alimentos frescos, lácteos y cárnicos de productores estadounidenses para ser distribuidos en cajas de 20 libras a bancos de alimentos, organizaciones comunitarias y sin fines de lucro que atienden a la población más necesitada.
En medio de los confinamientos, distanciamiento social y pérdida masiva de empleos, la USDA recién anunció en enero el lanzamiento de la quinta ronda de apoyos de este programa, el cual ha entregado más de 140 millones de cajas de alimentos y se extenderá por lo menos al próximo 30 de abril, con un presupuesto de hasta $6 mil millones de dólares; sin embargo, el cambio de administración bajo el mandato del presidente Joe Biden y la llegada de Tom Vilsack como el secretario de agricultura entrante, podrían suponer la desaparición del programa, o al menos una reingeniería.
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Cajas de Alimentos de los Agricultores a las Familias contó con una activa participación de Ivanka Trump, hija del expresidente Donald Trump, por lo que mantenerlo supondría una excepción a la tendencia mostrada por Joe Biden de cortar con las políticas iniciadas por su predecesor, aun y cuando el programa ha sido respaldado y aplaudido por distintos grupos de la organización civil, tanto en el terreno de los productores, como en el de las asociaciones que se dedican a combatir el hambre.
A pesar de que el programa de vacunación contra el COVID-19 va ganando terreno en la medida en la que el suministro de dosis se encuentra disponible para su aplicación, las crisis económica y alimentaria sigue impactando en los Estados Unidos, por lo que los apoyos continúan siendo necesarios con millones de personas en las condiciones más vulnerables aún necesitándolos.
La mayor parte de los recursos por parte de la federación en temas de insuficiencia alimentaria se ha dado a través del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria del Departamento de Agricultura (SNAP), el cual se ha ido ampliando en cobertura durante la pandemia con la entrega de las tarjetas Transferencia Electrónica de Beneficios (EBT), aunque una de sus principales críticas ha sido la burocracia que implica afiliarse al beneficio, así como lo poco práctico que resulta para las compras en línea.
Apenas en la primera semana de su administración, el presidente Biden firmó una orden ejecutiva ampliando los beneficios en la asistencia alimentaria, aumentando en un 15% la cantidad de dinero destinada a las familias de menores ingresos para que reciban alimentos cada mes a través de SNAP.