Aceptar una reducción salarial podría generar ciertos beneficios
La gran mayoría de las personas en busca de un nuevo empleo tienden a rechazar ofertas con pagos inferiores a los que suelen percibir y no analizan que la propuesta también podría representar ciertos beneficios
Nulo desplazamiento hacia un trabajo presencial, menos horas e incluso días de jornada laboral, y hasta condonación de ciertas deudas podrían figurar detrás de un empleo con un salario inferior al acostumbrado. Crédito: ROBYN BECK | Getty Images
Debido a la turbulencia financiera que impera en la economía estadounidense, con el objetivo de conservar a su plantilla laboral, algunas compañías les han levado los salarios a sus trabajadores, sobre todo a quienes anualmente perciben salarios de hasta cinco dígitos.
Sin embargo, para el personal de mayor nivel la realidad llega a ser opuesta, pues varias empresas se han planteado el objetivo de reducir la cantidad de dinero que les pagan a empleados con mayor nivel para así continuar operando en números negros, por lo menos hasta que la economía se haya estabilizado.
En este sentido, cuando a una persona le surge una oferta para ocupar un puesto con una expectativa salarial inferior a la que estaba acostumbrado, lo primero que se le viene a la mente es no aceptar la propuesta sin plantearse ciertas posibles ventajas.
En primer lugar, la experiencia adquirida con el aislamiento ocasionado derivado de la pandemia de coronavirus y que en la mayoría de los casos potenció el trabajo remoto, permitió que un alto número empresas encontrara una manera de disminuir sus gastos al prescindir de espacios de trabajo físicos para sus colaboradores.
Resultado de ello, ahora pretenden continuar con un esquema laboral a distancia e incluso con una jornada laboral de tan sólo cuatro días a la semana.
Así que para un empleado aceptar un salario inferior también le implicaría ahorrar un monto de salario por concepto de transportación y gastos de alimentación. Además, ya no perdería tiempo de desplazamiento y quizá hasta tendría un día más de descanso, lo cual se traduciría en calidad de vida.
Asimismo, al aceptar un salario más bajo, se abre la posibilidad de posteriormente, al demostrar su valía, pueda solicitar un incremento o bien hasta un ascenso, lo cual de manera automática elevaría su salario.
Por otra parte, tampoco hay que descartar empleos en teoría castigados en cuanto a salario, pues para quienes antes percibían grandes cantidades de dinero y ahora se encuentran desempleados, brindar sus servicios a organizaciones sin fines de lucro podría significarles una condonación significativa de préstamos estudiantiles en caso de que en su familia se haya aplicado a una Solicitud Gratuita de Ayuda Federal para Estudiantes (FAFSA).
Tiempo libre remunerado y una posible compensación de jubilación, serían otros beneficios que figurarían entre las ventajas de aceptar una oferta laboral de inferior salario al acostumbrado.
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