Cuándo es posible devolver un automóvil que acabas de comprar en Estados Unidos

Aunque en la mayoría de los casos no es posible hacer la devolución de un automóvil, hay tres circunstancias en especial en el que incluso las leyes en Estados Unidos pueden respaldar el regreso del vehículo y el reclamo de una devolución o un cambio de unidad

devolución de automovil

Hay algunas leyes en Estados Unidos que te benefician para que puedas devolver un automóvil, si cumples con ciertas características. Crédito: Shutterstock

Comprar un automóvil es la segunda adquisición más grande para muchos consumidores después de la inversión en una casa, que no suele ser una transacción tan fácil de realizar. Hay muchos factores a considerar, empezando desde los gustos propios del consumidor hasta las necesidades personales y características propias del vehículo. Sin embargo, a diferencia de la compra de otros artículos, como pueden ser electrodomésticos y otros productos, un automóvil no es posible de devolver; salvo ciertas circunstancias en las que es permitido en Estados Unidos.

Por lo general, el concesionario que te vendió un automóvil no está legalmente obligado a aceptar la devolución o hacer el cambio de unidad, ni mucho menos a emitir un reembolso tras firmar el contrato de venta. Aunque parezca una obviedad, el simple arrepentimiento de parte del comprador no es suficiente para que el vendedor acepte una devolución. No obstante, hay algunas excepciones a la regla, ya que algunos concesionarios pueden permitirte devolver el vehículo en circunstancias específicas. Por ejemplo, si el automóvil tiene problemas mecánicos importantes, es posible que la ley exija que el concesionario acepte una devolución.

Las razones para devolver un automóvil

Entre las razones válidas para devolver un automóvil en Estados Unidos se encabeza, especialmente, el hecho de que el vehículo presente fallas mecánicas. Sin embargo, no es el único motivo, aquí te detallamos más al respecto.

1. Tu automóvil es un “lemon car”

Un “lemon car” (Carro limón, en traducción literal) es un término que se acuña en Estados Unidos para referirse a un automóvil recién comprado o alquilado (leasing) y que no deja de presentar fallas de varios tipos, como mecánicos, eléctricos, de desempeño, entre otros. Para que un “lemon car” sea considerado como tal, se debe llevar a cabo una evaluación a fondo, en donde se deberá consultar el historial del automotor en cuestión, describiendo el problema exacto y el carnet de servicio que describe cuáles fueron los servicios a los que se sometió.

En Estados Unidos, existe la Ley de Garantía Magnuson-Moss, también conocida como la “Ley Federal Lemon”, que protege a los consumidores que compran un bien con un costo de $25 dólares o más, siempre que el artículo esté sujeto a una garantía “expresa” (en otras palabras, escrita en el contrato de venta). Esta ley de protección al consumidor se aplica a cualquier bien que puedas comprar, incluido un vehículo motorizado.

Según “la ley limón federal”, solo eres elegible para la diferencia entre lo que realmente pagaste por tu vehículo y lo que habrías pagado en el momento de la compra, si hubieras sabido acerca de los defectos de tu vehículo.

Debido a que “la ley limón federal” tiene muchas limitaciones, cada estado tiene su propia “Lemon Law”, misma que varía de un sitio a otro; pero que te puede brindar mayores protecciones a la hora de querer llevar a cabo la devolución de un automóvil por las fallas que presenta. En la mayoría de los estados, “las leyes limón” solo se aplican a los vehículos nuevos con un defecto grave que impide su capacidad para conducirlo.

Para construir un caso para devolver un automóvil que no funciona correctamente, primero debes reunir la documentación que muestre los problemas mecánicos que has experimentado. Es posible que necesites varios viajes al departamento de servicio del distribuidor. Asegúrate de que tus quejas se anoten en detalle en todas las órdenes de reparación.

Otros requisitos de la ley limón que varían de un estado a otro incluyen:

El tiempo transcurrido desde la compra del automóvil
El millaje del vehículo
La cantidad de veces que el concesionario intentó reparar el vehículo

Tras una reclamación exitosa, podrás obtener un reembolso o un cambio de vehículo similar.

Puedes investigar las leyes en tu estado en el sitio web del Centro para la Seguridad Automotriz, que describe las acciones requeridas y el cronograma de cada estado para devolver un automóvil según “las leyes limón”.

Solo siete estados tienen leyes limón para autos usados: Connecticut, California, Massachusetts, Minnesota, Nueva Jersey, Nuevo México y Nueva York. Se aplican limitaciones, y es posible que estas leyes no proporcionen mucho alivio para un reembolso completo. Es posible que tengas derecho al reembolso de los honorarios de tu abogado, si lo contratas para que te ayude a presentar tu caso. Asegúrate de realizar un seguimiento de tus honorarios legales durante el proceso.

2. Eres víctima de una estafa

Si crees que el vendedor del automóvil, posible empleado, te engañó, es posible que puedas solicitar una devolución directamente con el gerente del concesionario.

¿Cómo puedo comprobar la presunta estafa? Si crees que compraste un vehículo por encima de su precio comercial y el concesionario te cobró de más, puedes verificar si la cantidad está en el valor justo del mercado por medio de portales acreditadas como Edmunds o Kelley Blue Book para respaldar tu reclamación.

Es posible que debas llevar el caso a una instancia de protección al consumidor, como la Comisión Federal de Comercio (FTC), ya que es muy posible que, con la firma del contrato, el gerente pueda no cumplir con tu solicitud. También puedes llevar tu caso al Better Business Bureau o a un abogado que pueda asesorarte sobre la posibilidad de hacer el reclamo.

3. Tu distribuidor tiene una política de devolución

Hay algunos concesionarios que tienen políticas de devolución. Por ejemplo, CarMax tiene una política de devolución de 30 días. Incluso si no te gusta el automóvil, podrías cambiarlo por uno que te guste u obtener un reembolso.

Otros concesionarios tienen políticas similares, como programas de intercambio en los que tiene un número limitado de días para cambiar el vehículo. Por la depreciación casi inmediata que tienen los vehículos al salir a la calle, probablemente tendrás que pagar la diferencia entre el valor actual y el valor del vehículo nuevo por el que lo quieres cambiar.

Antes de firmar un contrato de venta y de realizar cualquier pago, asegúrate de que la concesionaria en la que vas a comprar tu automóvil tenga una política de devolución para hacer válida la entrega, según sus términos.

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