Derivados: qué son
Los derivados suelen sonar lejanos, abstractos y exclusivos de grandes corporaciones o inversores sofisticados

La Asociación Nacional de Futuros (NFA) es una organización autorreguladora independiente para los mercados de futuros y derivados de Estados Unidos. Crédito: Dave Hoeek | Shutterstock
- Puntos clave
- ¿Qué es un derivado?
- Tipos de derivados
- ¿Para qué sirven los derivados?
- a) <strong>Cobertura (hedging)</strong>
- ¿Por qué se usan tanto?
- Conclusión
- FAQs
- ¿Para qué se usan los derivados?
- ¿Qué es un activo subyacente?
- ¿Se pueden usar derivados sin ser una empresa o banco?
- ¿Por qué son importantes los derivados en la economía?
- Fuentes
Imagina que compras un seguro para tu auto. No estás comprando el auto otra vez ni pagándole directamente a tu mecánico. Estás pagando por una protección en caso de que algo ocurra. Ese seguro, aunque no sea tangible ni lo uses a diario, representa un contrato basado en el valor de algo real: tu auto. Algo similar ocurre con los derivados financieros. Son contratos cuyo valor depende de otro activo, que puede ser desde un barril de petróleo hasta una tasa de interés.
Los derivados suelen sonar lejanos, abstractos y exclusivos de grandes corporaciones o inversores sofisticados. Pero la verdad es que están más presentes en la economía y en tu vida diaria de lo que imaginas. Aunque es un término que a primera vista asusta, entender qué son los derivados puede ayudarte a comprender mejor cómo se maneja el riesgo, se protege el valor y, a veces, cómo se gana (o se pierde) dinero en el mundo moderno.
Puntos clave
- Un derivado es un contrato cuyo valor depende del comportamiento de otro activo, llamado “activo subyacente”.
- Los principales tipos son futuros, opciones, swaps y forwards.
- Se usan para cubrir riesgos, especular o realizar arbitraje.
- Son esenciales en sectores como la energía, agricultura, banca y finanzas globales.
- Aunque útiles, pueden ser peligrosos si se usan sin control o sin entender sus implicaciones.
- Fueron protagonistas de varias crisis económicas por su complejidad y falta de regulación.
¿Qué es un derivado?
Un derivado es, en esencia, un contrato financiero cuyo valor se basa en el precio de otro activo. A ese activo se le llama “activo subyacente”. Puede ser una acción, una moneda, una tasa de interés, un índice bursátil, un producto agrícola, una materia prima como el oro o el petróleo, o incluso el clima (sí, hay derivados climáticos).
El derivado en sí no es ese activo. No estás comprando directamente acciones de Apple ni oro físico. Estás comprando o vendiendo un acuerdo que reacciona al valor de ese activo. Y dependiendo del tipo de contrato, podrías ganar si ese valor sube, baja, se mantiene o cumple ciertas condiciones.
Tipos de derivados
Aunque existen muchas variantes, los derivados más comunes son:
1. Futuros
Son acuerdos para comprar o vender un activo en una fecha futura específica, a un precio fijado de antemano. Se usan mucho en mercados de materias primas como el trigo o el petróleo, pero también en índices bursátiles.
Por ejemplo: una aerolínea puede usar futuros para fijar el precio del combustible que comprará dentro de seis meses, protegiéndose de subidas inesperadas.
2. Opciones
Otorgan el derecho, pero no la obligación, de comprar o vender un activo a un precio determinado antes de una fecha límite. Son populares porque ofrecen flexibilidad.
Ejemplo: si compras una opción para adquirir acciones a $100, y esas acciones suben a $150, puedes ejercer tu opción y comprarlas más baratas, obteniendo una ganancia.
3. Swaps
Son intercambios de flujos de dinero futuros entre dos partes. Los más comunes son los swaps de tasas de interés, donde una parte intercambia pagos con tasa fija por otra con tasa variable.
Estos instrumentos son muy usados por bancos y grandes empresas para gestionar el costo del financiamiento.
4. Forwards
Similares a los futuros, pero no se negocian en mercados públicos (bolsas), sino directamente entre dos partes. Por eso se conocen como contratos “OTC” (over the counter). Tienen más riesgo porque no están estandarizados ni garantizados por una cámara de compensación.
¿Para qué sirven los derivados?
a) Cobertura (hedging)
Es la forma elegante de decir “protegerse”. Las empresas usan derivados para reducir su exposición al riesgo. Por ejemplo, un exportador mexicano que cobra en dólares puede usar un derivado para asegurarse de que el tipo de cambio no juegue en su contra si el peso se fortalece.
b) Especulación
Aquí ya no se trata de protegerse, sino de apostar por movimientos futuros del mercado. Especuladores compran y venden derivados para aprovechar cambios en precios. Esto puede generar ganancias importantes, pero también grandes pérdidas.
c) Arbitraje
Es una estrategia más técnica que busca aprovechar las diferencias de precios de un mismo activo en distintos mercados, usando derivados como herramientas de sincronización y cobertura.
¿Por qué se usan tanto?
Porque los derivados permiten gestionar riesgos, invertir con menos capital inicial y obtener exposición a distintos mercados sin necesidad de comprar los activos directamente. Además, muchas veces se usan en conjunto con otros instrumentos financieros para construir estrategias más complejas.
Sin embargo, esta versatilidad tiene su lado oscuro. Cuando se usan irresponsablemente o sin comprender sus riesgos, los derivados pueden agravar crisis financieras, como ocurrió en 2008 con los derivados de hipotecas subprime.
Conclusión
Aunque muchas personas nunca han comprado un derivado, su vida diaria sí está influida por ellos. Desde el precio del pan que depende del trigo, hasta los intereses de una hipoteca que puede estar respaldada por derivados en grandes bancos. Este mercado, aunque técnico, es clave para la estabilidad (o inestabilidad) financiera global.
Los derivados no son intrínsecamente malos. Son herramientas. Como cualquier herramienta poderosa, pueden construir o destruir. Usados con responsabilidad, permiten proteger negocios, estabilizar ingresos y planificar a largo plazo. Usados con avaricia o sin preparación, pueden generar caos, como lo demuestra la historia reciente.
Por eso, aunque parezcan un tema lejano o aburrido, vale la pena entenderlos. Porque cuando el sistema financiero tiembla, muchas veces, el sismo se originó en un contrato derivado firmado en alguna oficina elegante, muy lejos de la vida real… pero con impacto directo en tu bolsillo.
FAQs
¿Para qué se usan los derivados?
Principalmente para protegerse contra riesgos (cobertura), apostar por movimientos del mercado (especulación) o aprovechar diferencias de precio (arbitraje).
¿Qué es un activo subyacente?
Es el activo real del que depende el valor del derivado. Puede ser una acción, una moneda, un índice bursátil, una materia prima o incluso un evento climático.
¿Se pueden usar derivados sin ser una empresa o banco?
Sí, hay derivados disponibles para inversores individuales, como las opciones sobre acciones. Sin embargo, requieren conocimientos previos y precaución.
¿Por qué son importantes los derivados en la economía?
Ayudan a gestionar riesgos, estabilizan precios en mercados volátiles y permiten a empresas e inversores planificar mejor. Aunque peligrosos mal usados, bien gestionados son herramientas clave.