El “invierno EV” será tan largo o más que 2026, pero también pasará
Durante años, la electrificación automotriz parecía un tren imparable, hasta que la política de Estados Unidos le puso freno
Polestar, la división de autos eléctricos de alto desempeño de Volvo, ya se está preparando para la siguiente etapa de ventas con concesionarios tradicionales. Foto: Javier Mota. Crédito: Cortesía
El reporte Sector Outlook 2026 de Morgan Stanley encendió las alarmas o mejor dicho, simplemente confirmó lo que empezó a cocinarse en Washington a partir del 20 de enero pasado: “estamos entrando —o ya entramos— en un invierno de los vehículos eléctricos que podría extenderse durante todo el próximo año y quizá más allá”.
Y todo esto, no necesariamente por que todos los expertos de la industria global se hayan equivocado rotundamente.
El frenazo se debe en buena parte a la agenda política de la administración del presidente Donald Trump, bajo la promesa de “Make America Great Again” apoyada en aranceles y estrategias proteccionistas, más que en la realidad de la industria global.
Las consecuencias inmediatas han creado lo que algunos ejecutivos del sector han calificado como “la peor crisis en 35 años”.
Sin embargo, todos los verdaderos expertos de la industria coinciden en que este frenazo no es el principio del fin, sino una pausa. Y que como todos inviernos, este también terminará, aunque no tan rápido.
“Definitivamente, el futuro es eléctrico”, dijo Rick Bryant, el CEO de Polestar en Norte América, la división de autos eléctricos de alto desempeño del Grupo Volvo-Geely, quien está liderando la nueva estrategia de la marca para pasar de estudios con ventas directas como lo intentó al principio, a operaciones con concesionarios y centros de servicio tradicionales. “Al final del día, el sistema de propulsión tiene que cambiar y los autos eléctricos hacen todo el sentido del mundo”.
Bryant fue el encargado de inaugurar el Showroom Polestar Miami, donde entregó la primera unidad vendida en Estados Unidos del Polestar 4, un vehículo que sufrió un retraso en su debut al cambiar la línea de producción de China a Corea del Sur, para evitar la prohibición de Estados Unidos a los autos MADE IN CHINA.
El frenazo que se siente en Wall Street
El informe de Morgan Stanley ya sacudió al sector con bajas en los precios de las acciones de Tesla y Rivian, y una advertencia clara: las ventas de autos eléctricos en Estados Unidos podrían caer alrededor de 20% en 2026, incluso si el total, incluyendo a los de gasolina, los híbridos y los Plug-in Hybrids, se mantiene cerca de 15.9 millones de vehículos.
Tesla, Rivian y Lucid —que hace apenas dos años parecían invencibles— ya vieron sus acciones retroceder tras el análisis y ante un ambiente político que está enviando un mensaje duro, pero no definitivo: El futuro eléctrico sigue vivo, pero el camino será más empinado de lo previsto.
Estas tras marcas americanas sigue siendo la referencia del mercado, pero por primera vez su valoración se cuestiona. La estrategia de bajar precios ya no garantiza crecimiento y los grandes sueños —FSD, robótica, IA— tardarán en materializarse, por lo que si la demanda cae otro escalón, podrían enfrentar un 2026 muy largo.
Mientras la demanda se enfría entre otras cosas por el final de los créditos fiscales, hay noticias positivas como la de General Motors, que recibió una mejora en su calificación financiera, en gran parte por diversificar su producción para el futuro inmediato hacia los híbridos, el desarrollo de software y producción escalonada de los eléctricos.
En cambio, las startups eléctricas como Slate, que fabricará lo que popularmente ya se conoce como la “pickup eléctrica de Jeff Bezos” por su inversión en la nueva compañía, enfrentan el reto más grande desde su nacimiento, al intentar sobrevivir a un mercado sin subsidios y mantener la promesa de un vehículo con precio de “alrededor de los $20,000 dólares”.
A todo eso hay que sumar las dudas tradicionales de algunos consumidores que todavía no están dispuestos a esperar media hora en un cargador público o los que no tienen dónde instalar uno en casa.
Cifras malas y no tan malas del invierno EV
El pico de ventas en el tercer trimestre de 2025 —10.5% de participación de mercado y 437,000 vehículos eléctricos vendidos— estuvo inflado por la carrera previa al fin de incentivos federales, pero según los expertos del mercado, confirmó otro elemento obvio: los consumidores buscan precios accesibles, más allá de la política.
Los cálculos más recientes indican que 2025 cerrará con la venta de más de 20 millones de eléctricos en el mundo y que para 2026 habrá circulando más de 100 millones.
Para los consumidores, las buenas noticias es que este ajuste de mercado podría traer beneficios en los próximos 12–18 meses, incluyendo:
- Precios más bajos
- Descuentos agresivos en concesionarios
- Inventarios elevados (mejor negociación al comprar)
- Arrendamientos (lease) más atractivos
- Autos usados eléctricos aún más baratos
Mientras China acelera, Estados Unidos frena
Lo que por ahora no verán los consumidores de Estados Unidos son los resultados del boom eléctrico de China, cuya producción ya roza el 50% de penetración en el resto del mundo con marcas como BYD, NIO y XPeng, que todos los días ven crecer una brecha en comparación con las marcas americanas, principalmente Tesla.
Cuando pase la tormenta anti-EV en Washington – y todos los expertos coinciden en que pasará – la industria será más madura, accesible y competitiva, porque como en toda tormenta automotriz anterior, el invierno no es un final, es un filtro.
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