La administración de Biden recorta tarifas basura máximas por pago atrasado en tarjetas de crédito
La Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB) anunció una nueva norma que limita el cargo máximo por pago atrasado de una tarjeta de crédito en $8 dólares. Un pequeño triunfo para la administración de Biden en medio de su contienda electoral
Este martes, la administración de Joe Biden dio un contundente golpe a los bancos y emisores de tarjetas de crédito en su lucha contra las tarifas basura, que desde el año pasado prometió acabar. Los reguladores federales establecieron una nueva norma en el que se limita el costo de cargo máximo por pago atrasado en $8 dólares.
La Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB) dio a conocer la nueva regulación, que fue propuesta por primera vez el verano pasado, y con la que se estima que las familias ahorren más de $10 mil millones de dólares al año al reducir las tarifas a solo una cuarta parte de lo que eran, cuando el costo promedio ascendía en los $32 dólares. Esto significa un ahorro promedio de $220 dólares por año para los más de 45 millones de personas en mora.
La nueva norma se aplica a los grandes emisores de tarjetas de crédito, es decir, aquellos con más de un millón de cuentas. Estas empresas representan más del 95% del total de la deuda pendiente de tarjetas de crédito, según la CFPB.
En año electoral, la presidencia de Joe Biden necesitaba una victoria significativa de cualquier tipo en su lucha por la reelección. La Casa Blanca resaltó que la administración pone fin a lo que llaman “estafas corporativas”, que cobraban tarifas considerablemente altas, que lo único que ocasionaban era que los consumidores no pudieran escapar de una red grave de endeudamiento.
“Bajo el liderazgo del Presidente, agencias de toda la Administración están trabajando para promover la competencia, proteger a los consumidores y reducir los precios mediante la implementación de la Orden Ejecutiva del Presidente sobre la Promoción de la Competencia en la Economía Estadounidense”, señaló la Casa Blanca, en un comunicado.
Recientemente, se dio a conocer que los titulares continúan acumulando deudas en tarjetas de crédito. En febrero, el Bando de la Reserva Federal de Nueva York informó que los estadounidenses deben $1.13 billones de dólares en sus tarjetas de crédito. El saldo promedio por consumidor es de hasta $6,360 dólares. Ambas cifras son máximos históricos en los Estados Unidos.
La CFPB señaló que con la nueva norma se cierra una laguna jurídica que afectaba duramente a los consumidores, quienes se mantienen endeudados, debido a la alta inflación reciente. En 2010, se emitió un reglamento que implementara la Ley CARD, en la que se permitía que los bancos cobraran tarifas para recuperar los costos bancarios asociados con el pago atrasado. En aquella regulación, se permitió que estos costos fueran de entre $25 y $35 dólares por pagos atrasados, además de que las compañías podían ajustarse a la inflación cada año. Esas cantidades se han disparado a $30 y $41 dólares.
“Durante más de una década, los gigantes de las tarjetas de crédito han estado explotando un vacío legal para cosechar miles de millones de dólares en tarifas basura de los consumidores estadounidenses”, aseguró el director de la CFPB, Rohit Chopra. “La regla actual pone fin a la era en la que las grandes compañías de tarjetas de crédito se escudan detrás de la excusa de la inflación cuando aumentan las tarifas a los prestatarios para mejorar sus propios resultados”.
Por su parte, la industria financiera criticó la nueva medida, advirtiendo que perjudican a los consumidores. Al no ajustar estos cargos máximos y permitir que se retrasen en sus pagos, sus puntajes de crédito se dañarán, argumentan.
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