Las 3 cosas que pueden hacerte más feliz que el dinero
Diversos estudios coinciden en que hay cosas que pueden resultar más satisfactorias que el tema económico
Reza una canción que “el dinero no es la vida, aunque a veces lo parezca”, y aunque en muchas ocasiones suele confundirse este concepto con una suerte de conformismo o apología a la pobreza, lo cierto es que la ciencia cada vez se aproxima más a esta idea popular en la medida en que sigue estudiando los fenómenos sociales de la vida contemporánea.
Al final, según los estudiosos en la materia, el objetivo es alcanzar el equilibrio entre la estabilidad financiera y la emocional, por lo cual, hay tres elementos coincidentes que se deben tomar en cuenta para alcanzar ese balance que se acerque a la felicidad.
1.- Vínculos
Una de las principales diferencias entre la cultura estadounidense y la latinoamericana radica en las relaciones que se van generando con el paso del tiempo, tanto a nivel familiar como en amistades. Estudios muestran que, por ejemplo, las personas en países de América Latina arrojan mayores índices de felicidad respecto a lo que podría esperarse debido a su situación económica, a lo que los científicos han interpretado como una fortaleza derivada de sus vínculos afectivos, lo cual incluso lleva en algunos casos a detener las propias preferencias para hacer felices a los demás.
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2.- Actividad Física
Investigaciones realizadas por la Universidad de Yale a 1.2 millones de estadounidenses, apuntan a que la sensación de realizar ejercicio de manera regular puede generar niveles de satisfacción equivalentes a las de ganar alrededor de $25,000 dólares adicionales al año sin ejercitarse. En dicho estudio, los científicos encontraron que mientras las personas que hacen ejercicio regularmente eran propensos a sentirse mal alrededor de 35 días al año, mientras que quienes tienen un estilo de vida sedentario, perciben insatisfacción 18 días más.
3.- Traslados
El desgaste en los viajes largos de ida y vuelta al centro de trabajo puede ser tan perjudicial que no amerite los dólares extras que se puedan ganar por tener ese empleo; ya sean en el automóvil o en el transporte público, estas experiencias suelen ser un desgaste progresivo que irremediablemente repercute en el estado de ánimo y por ende en la sensación de bienestar. Un estudio en el Reino Unido mostró que por cada 20 minutos extra de traslado, se “pierde tanta felicidad” como padecer un recorte salarial equivalente al 19%.