Las ejecuciones hipotecarias comienzan a repuntar en Estados Unidos tras años de calma
Según ATTOM, una reconocida firma de análisis inmobiliario, las ejecuciones hipotecarias han crecido durante seis meses consecutivos

Hasta agosto, las ejecuciones hipotecarias habían aumentado seis meses consecutivos interanualmente. Crédito: Shutterstock
Durante gran parte de los últimos años, el mercado inmobiliario estadounidense pareció resistir todo tipo de presiones: inflación, altas tasas de interés y un costo de vida cada vez más difícil de sostener. Sin embargo, un nuevo informe sugiere que la estabilidad podría estar cambiando. Las ejecuciones hipotecarias —que incluyen avisos de incumplimiento, subastas programadas o embargos bancarios— están aumentando lentamente en todo el país, marcando una tendencia que preocupa tanto a propietarios como a analistas.
De acuerdo con los datos más recientes de ATTOM, una reconocida firma de análisis inmobiliario, las ejecuciones hipotecarias han crecido durante seis meses consecutivos si se comparan de manera interanual. Solo hasta agosto, el aumento fue del 18% respecto al mismo período de 2024, lo que refleja una tensión progresiva en el mercado de la vivienda.
Aunque los niveles actuales siguen estando muy por debajo de los que se observaron antes de la pandemia, el incremento sostenido llama la atención. Entre enero y junio de este año, alrededor de 188,000 propiedades en Estados Unidos registraron algún tipo de proceso de ejecución hipotecaria. Si la tendencia continúa, el país podría cerrar 2025 superando las 322,000 propiedades afectadas por embargos o procesos legales de recuperación, la cifra alcanzada el año anterior.
Los especialistas explican que el fenómeno tiene varias causas. En primer lugar, el encarecimiento del crédito hipotecario ha puesto en aprietos a muchos propietarios que compraron su vivienda cuando las tasas estaban en niveles históricamente bajos. A medida que los intereses aumentaron y las refinanciaciones se volvieron menos accesibles, algunos hogares comenzaron a experimentar dificultades para mantenerse al día con sus pagos.
Además, la inflación acumulada en los últimos años sigue afectando el presupuesto familiar, lo que obliga a muchas familias a priorizar gastos básicos como alimentos, transporte o servicios, relegando el pago de la hipoteca a un segundo plano. En algunos casos, incluso los propietarios con empleo estable están viendo cómo su margen de maniobra financiera se reduce drásticamente.
Las ejecuciones hipotecarias no se distribuyen de forma uniforme en todo el país. Estados como Illinois, Nueva Jersey, Ohio y Maryland han mostrado incrementos más notorios, mientras que en el sur y el oeste de Estados Unidos el crecimiento ha sido más moderado. Las diferencias tienen que ver con las leyes estatales de vivienda, los costos locales y la velocidad con la que los bancos inician los procedimientos judiciales de embargo.
El aumento en los embargos también está generando un efecto colateral en el mercado inmobiliario. Aunque el número de viviendas en ejecución todavía es bajo en comparación con la demanda general, los analistas señalan que el inventario disponible podría crecer levemente en los próximos meses, lo que podría aliviar un poco los precios, especialmente en áreas donde la oferta de casas asequibles ha sido limitada.
Por otro lado, los inversionistas ven en este repunte una oportunidad. Algunos fondos especializados en bienes raíces están empezando a monitorear las propiedades en riesgo de ejecución hipotecaria, anticipando que podrían adquirirlas a precios más competitivos. Sin embargo, las organizaciones de defensa del consumidor advierten que este tipo de compras masivas suelen beneficiar más a grandes empresas que a compradores individuales.
Para los propietarios que enfrentan retrasos, los expertos recomiendan actuar con rapidez. Comunicarse con el prestamista, explorar opciones de modificación de préstamo o planes de pago temporal, e incluso recurrir a programas estatales de asistencia hipotecaria, puede marcar la diferencia entre perder o conservar una vivienda.
En un contexto de tasas hipotecarias elevadas y crecimiento económico desigual, los datos de ATTOM se interpretan como una señal de advertencia más que como una crisis. No obstante, si la tendencia al alza se mantiene hasta finales de 2025, el país podría enfrentar un nuevo capítulo en la larga historia del acceso a la vivienda en Estados Unidos.
No te pierdas de todas las noticias de Solo Dinero desde su canal de WhatsApp. Suscríbete desde el siguiente enlace. Síguenos en Facebook e Instagram.
***
También te puede interesar: