¿Qué es el efecto de bloqueo? Cuando comprar una casa al 3% de interés se siente como una prisión
Comprar una casa barata con un 3% o menos en tu tasa hipotecaria es una gran opción si piensas establecerte a largo plazo; para aquellos que desean mudarse en estos momentos, simplemente bloquea sus posibilidades: "parece una prisión"
Si algo bueno tuvo la pandemia en el aspecto financiero de muchas familias estadounidenses, fue la oportunidad inigualable de comprar una casa a bajo precio y con tasas hipotecarias históricamente bajas de entre el 2% y el 3%. Parecía una bendición en la desgracia. Ahora, parece una prisión para muchos, especialmente para aquellos que desean mudarse.
Las tasas hipotecarias actuales rondan entre el 6% y el 7%. Poco más del doble de lo que estaban durante 2020 y 2021, incluso durante inicios del 2022. Por ello, quienes compraron una propiedad en esos años, ahora se sienten “prisioneros”, especialmente si quieren vender su casa y comprar otra, tal como lo señaló Fortune en una serie de testimonios de propietarios. El aumento del pago mensual de una hipoteca sería insoportable para el bolsillo de muchos propietarios que desean mudarse.
A este fenómeno de ser propietario a un precio barato y no poder realizar una nueva compra por el adverso mercado inmobiliario actual, de altos precios en las viviendas y altos costos hipotecarios, se le conoce como efecto de bloqueo (lock-in effect). Con las tasas de interés manteniéndose en un alto nivel, los propietarios pueden sentirse obligados a permanecer en sus hogares, ya que mudarse podría aumentar significativamente sus costos de vivienda.
Según un análisis de Redfin de los datos de la Agencia Federal de Financiamiento de la Vivienda (FHFA), el 85% de los propietarios de viviendas con una hipoteca tienen una tasa inferior al 6%. De ahí que sea entendible que algunos propietarios que deseen mudarse detengan sus intenciones, por la comparativa con las tasas actuales.
El efecto de bloqueo también restringe la oferta de viviendas y puede hacer que los posibles compradores de casas queden fuera del mercado al contribuir a aumentar los costos de las propiedades que se ponen en el mercado. Esto explica por qué las solicitudes de compra de hipotecas siguen cayendo un 38% año tras año.
Por ejemplo, uno de los testimonios recabados por Fortune, muestra el caso de un empleado del gobierno federal de 36 años, que recientemente tuvo un bebé y le gustaría vender su casa para comprar otra más grande, pero que se detiene por el aumento que significaría para su bolsillo la adquisición de una nueva propiedad. Freddy Chica compró su casa en 2020, con una tasa hipotecaria de 3.25% fijo a 30 años. Su casa en Miami costó alrededor de $207,000 dólares que, tras un pago inicial del 5%, tiene un pago mensual de $1,263 dólares de su hipoteca, incluyendo impuestos y seguro.
Las casas adosadas con las características que desea Chica se encuentran en alrededor de $400,000 dólares, con una tasa alrededor del 6.5%. Suponiendo que pagara el 20% de enganche, tomaría una hipoteca de $320,000 dólares con esa tasa fija a 30 años, por lo que sus pagos mensuales, sin incluir impuestos ni seguro, aumentarían a $2,023 dólares. Este propietario vive un efecto de bloqueo que le impide mudarse.
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