Sácale provecho a tu casa este inicio de año: qué es una HELOC y cómo funciona

Todos los detalles sobre la apertura de una línea de crédito con garantía hipotecaria

Una línea de crédito con garantía hipotecaria o HELOC, por sus siglas en ingles, es un tipo de préstamo que te permite solicitar dinero prestado por el valor neto de tu vivienda. Usualmente se utiliza para renovaciones en el hogar o saldar la deuda de las tarjetas de crédito.

No debe confundirse con los préstamos con garantía hipotecaria, los cuales te prestan una cantidad fija a diferencia de la HELOC que es una forma de crédito renovable, como si fuera una tarjeta de crédito a gran escala con base en el valor de tu vivienda. En otras palabras, recibes un límite de crédito y puedes pedir prestado dinero hasta ese límite, según tus necesidades. Cuando reembolsas el dinero, los fondos se reponen. La cantidad que se te puede dar prestado en un HELOC sólo está disponible por un periodo específico de tiempo.

¿Cómo funciona una HELOC?

Cuando apruebas para una HELOC y se te otorga un límite de crédito, puedes retirar los fondos de la cuenta utilizando cheques dedicados o con una tarjeta de retiro, durante el periodo preestablecido para ello. Durante el periodo de retiro, deberás realizar al menos pagos mensuales mínimos de la línea de crédito con garantía hipotecaria. Por lo general, este plazo de retiro es de 10 años.

Posteriormente, los prestatarios ingresan al denominado periodo de pago durante el cual ya no podrán acceder a los fondos y sólo tendrán que reembolsar el capital utilizado. Los planes de reembolso de una HELOC varían en un plazo de entre 10 y 20 años y se manejan por medio de una tasa variable.

La ventaja de una HELOC es que no requieres de cubrir tu hipoteca total para solicitarla. La línea de crédito con garantía hipotecaria se calcula con base en lo que vale tu vivienda menos lo que te falta por pagar de ella y lo que en realidad te pueden prestar.

¿Cómo se determina el límite de crédito de una HELOC?

El límite de crédito de una HELOC se basa en tres factores principalmente: el capital disponible en la vivienda, la relación deuda-ingresos y la puntuación crediticia del prestatario. Para los solicitantes con buen crédito, los prestamistas podrían estar dispuestos a prestar hasta el 85% del valor de la vivienda, menos los saldos pendientes de la hipoteca, según Bankrate.

Si quieres abrir una línea de crédito con garantía hipotecaria, podrías calcular tú mismo de cuánto sería el límite potencial que podrías alcanzar con el valor de tu vivienda. Aquí un ejemplo, suponiendo una línea de crédito del 90%:

1. El valor de tasación actual de la casa: $500,000 dólares.
2. 90% del valor de la tasación: $500,000 x 0.90 = $450,000 dólares.
3. Monto que aún adeudas en tu hipoteca: $300,000 dólares
4. El 90% del valor de la tasación de la vivienda menos la cantidad que adeudas: $450,000 – $300,000 = $150,000 dólares.

En este cálculo, $150,000 dólares fungiría como el límite de crédito potencial que un prestamista podría ofrecerte con una HELOC.

Aunque los fondos de una HELOC se pueden gastar libremente, usualmente se utilizan para renovaciones en el hogar o el saldo de otro tipo de deudas.

Desventajas y riesgos de una HELOC

Aunque la HELOC parece una excelente opción de préstamo poniendo en garantía tu casa, podrías pagar muchísimo dinero por el límite de crédito que te ofrecen.

Las HELOC manejan una tasa de interés variable, lo que significa que tu pago mensual podría cambiar constantemente según la tasa de interés que se maneje en ese momento y de cuánto pidas prestado. Si bien habrá meses que podrías pagar menos, te arriesgas a que tus mensualidades aumenten conforme pase el tiempo. Un punto a favor de esto es que existe un límite legal sobre cuánto puede aumentar tu tarifa mensual durante la vida útil del plan, del que no deberías pasar nunca.

Otro asunto es que durante el periodo de retiro, puedes acceder al dinero según lo necesites, pero deberás realizar pagos mensuales de los intereses. Además, durante el periodo de reembolso, que podría durar entre 10 y 20 años, tienes que reembolsar el capital más intereses, por lo que tu pago mensual aumentaría considerablemente.

También deberás pagar tarifas determinadas y que varían según el prestamista. Desde tarifas anuales, tarifas de originación hasta tarifas por inactividad, entre otras.

Y el mayor riesgo: perder tu casa. Con tasas de interés variable, pagos mensuales durante el periodo de retiro más los del periodo de reembolso, sumando el pago de tu hipoteca (si aún debes), podríamos estar hablando de pagar muchos miles de dólares durante un lapso entre 20 y 30 años, por el que siempre estás en peligro de perder tu hogar.

Como cualquier préstamo o apertura de línea de crédito, una HELOC es una opción financiera que te brinda el mercado y del que debes ser precavido. Si estás interesado, compara y resuelve todas tus dudas con los prestamistas para que sopeses si te conviene arriesgar tu casa por una buena cantidad de dinero prestado o mejor optas por otras opciones.

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