Si te piden que firmes un préstamo personal para alguien más, qué debes saber
Necesitas obtener la mayor información sobre la persona que te pide ayuda
En algunas ocasiones tanto las personas con ingresos o puntaje de crédito bajos así como aquellas que comienzan a forjar su historial financiero, no son confiables para que los bancos o cooperativas les puedan tramitar un préstamo personal, a menos que tenga un consignatario.
Ahí es donde algún conocido o familiar tuyo te puedan pedir ayuda y entres al rescate, sin embargo, de acuerdo con Fox Business, hay ciertos puntos que debes contemplar antes de adquirir esta responsabilidad donde incluso podrías salir perjudicado.
1. Responsabilidad del prestatario
Una cosa es sentirse bien personalmente al querer ayudar a alguien y otra muy distinta resolver su problema.
Cuando se habla de dinero debes tomar en cuenta si el solicitante del préstamo y quien a su vez te pide ser consignatario cumple con sus responsabilidades financieras.
Estás en todo tu derecho de preguntar a tu conocido cuál es su puntaje de crédito y porqué te necesita. Tal vez es una persona joven que no ha creado su historial, pero es responsable; o también puede ser una persona adulta con muchas deudas y puntaje bajo, por lo que esto te puede dar un panorama de si sería buena idea apoyarlo. Tú decides.
2. Cuál es el monto y propósito del préstamo
Si el solicitante no paga el préstamo, el consignatario, o sea, tú eres el responsable de hacerlo.
Por eso es importante que sepas cuál es la cantidad que tu conocido quiere tramitar y para qué pretende ocuparlo.
Así como no es el mismo riesgo que contraes ante la solicitud de un préstamo por $1,000, $10,000 o $100,000 dólares, tampoco es lo mismo pedir el apoyo para cubrir una emergencia, comprar un vehículo necesario para el trabajo o negocio, solventar las vacaciones de ensueño o adquirir un artículo lujoso, innecesario y costoso para alguien más. Valora las posibilidades, estás en tu derecho de obtener esta información para tomar una mejor decisión.
3. Cómo va a pagar el préstamo
Plan A, B, C o todos los que sean necesarios para tener la seguridad de que el solicitante va a pagar el préstamo a como dé lugar.
De dónde va a obtener el dinero, qué tan segura es la fuente de ingresos, cuál va a ser su estrategia de pago, qué hará si su plan fracasa. Estas y otras preguntas son indispensables para tener la seguridad de que no te vas a quedar con la deuda de alguien más.
Además tienes que asegurarte de tener una buena comunicación tanto con el solicitante como con el prestamista para estar enterado de algún retraso o inconveniente que pueda afectar tu puntaje de crédito.
Es válido tener problemas a la hora de pagar las mensualidades, pero si tienes una buena relación con tu familiar o conocido, es posible que entre dos cabezas piensen en una solución pronta para evitar algún inconveniente con el prestamista.
4. Liberación del consignatario y otras opciones
Recurrir a ti para que otra persona reciba un préstamo debería ser el último recurso del prestatario y no el primero.
Puedes revisar si tu conocido ya recurrió a otros prestamistas o instancias financieras para solventar su problema económico, si la venta de algunas de sus pertenencias lo pueden ayudar o sugerirle otras opciones para evitarte preocupaciones.
Hay prestamistas que pueden liberar al consignatario después de un periodo de tiempo establecido, siempre y cuando el prestatario principal haya demostrado responsabilidad en sus pagos, por lo que también puedes asegurarte de tener esta opción a la hora de involucrarte en la solicitud.
5. Sigue tu instinto
Recuerda: cada vez que solicitas un préstamo tu puntaje de crédito baja.
Si tienes esto en la mente, también debes contemplar si eres capaz de pagar la deuda en caso de que lo necesites hacer para no afectar más tu historial o si en un futuro próximo vas a solicitar un préstamo personal. Siempre piensa en el peor de los escenarios para prevenirte.
Si con toda la información y conocimiento sobre el solicitante, aún tienes tus dudas, es mejor un “no” a tiempo que afectar tus finanzas y tu relación después.