Salud mental: Cómo saber si eres víctima de Síndrome de Estocolmo con tu jefe

Querer a tu maltratador. Esa es la paradoja y es justamente de lo que trata el Síndrome de Estocolmo. Un padecimiento que describe la experiencia que hay entre el vínculo afectivo con alguien que tiene a su victimario y se está del lado de las víctimas.

Este trastorno se puede encontrar también en el nivel laboral y es un fenómeno que destaca más en las pequeñas y medianas empresas (Pymes) y en ambientes familiares trasladados al mundo de los negocios.

Si vives en un ambiente que te genera sospecha sobre este síndrome, según la revista Entreprenur hay varias señales que pueden ayudarte a identificarlo y salir corriendo a tiempo si es lo que buscar es zafarte de esta incómoda situación.

1.- Control negativo en exceso

Esto es algo que genera incomodidad en cualquier ambiente. El no dar libertad a tus colaboradores implica que tampoco existe la confianza. Y trabajar sin confianza puede ser muy complicado y no dar resultados óptimos.

2.- Hacer los errores públicos

A nadie le gusta sentirse expuesto, mucho menos si se trata de exponer nuestras fallas como empleados.

3.- Promociones secretas y de afuera

Que generalmente ocurren cuando se busca tapar cierta actitud o a cierta persona. Además, las posiciones de mayor jerarquía siempre son ocupadas por personal que no trabaja en la compañía, lo que hace que se esparza un ambiente desganado.

Pero ¿qué es lo que detona un comportamiento del Síndrome de Estocolmo con tu jefe?

La principal razón es que sientes que le debes algo y por eso decides aguantar todas estas situaciones que te hacen sentir mal e incómodo.

Pero justo este es el sentimiento que este tipo de líder quiere provocar en sus colaboradores, cree que esta será la forma de mantener la lealtad de su equipo hacia él.

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