Cómo cambiarán las preferencias de los inquilinos nuevos el año próximo
Los gustos de quienes rentan pueden cambiar debido a la pandemia de COVID-19
El encierro provocado por la pandemia de COVID-19 ha resignificado muchas cosas: unas por necesidad como el hecho de trabajar desde casa; otras por convicción y reordenamiento como el hecho de que posiblemente las personas que rentan una propiedad vayan a preferir espacios más grandes que los millones de departamentos que existen.
En buena medida, el espacio ha sido un factor primordial para soportar la cuarentena que continúan manteniendo millones de estadounidenses. Los apartamentos son considerablemente más pequeños que las casas unifamiliares independientes, con zonas del aire libre como terrazas o balcones reducidos. Ésta es una de las principales razones que podrían motivar a que muchas personas, que sí puedan pagar un alquiler, se inclinen por cambiar su residencia de un departamento a una vivienda más grande.
¿Qué necesitarán los nuevos inquilinos de apartamentos el próximo año?
La realidad es que a pesar de que muchos inquilinos de apartamentos querrán moverse a casas grandes, realmente no muchos lo podrían lograr. En buena medida, si deciden rentar en la ciudad, aunque obtengan espacios pequeños, es por la facilidad que tienen hacia sus trabajos. Muchos de ellos no cuentan con transporte propio y vivir en un lugar suburbano podría acortar sus posibilidades de traslado.
Pero entonces, aunque las viviendas alejadas de la ciudad pudieran estar fuera del radar de estos inquilinos, aún quedan opciones para los que puedan pagarlas. Posiblemente los estadounidenses citadinos buscarán opciones de apartamentos con más pies cuadrados y más espacio al aire libre a corto plazo.
Incluso una habitación extra como oficina o área de escuela va a estar dentro de las prioridades de los nuevos arrendatarios.
Asimismo, ciertas comodidades compartidas que eran un lujo que muchos asediaban como salas para fiestas, gimnasios en el condominio o parques infantiles ya no estarán dentro de las prioridades. El mundo COVID-19 ha hecho que las reuniones se eviten, los lugares para hacer ejercicio son considerados uno de los más peligrosos para el contagio así como las zonas de esparcimiento de los niños, quienes quedan vulnerables de tener contacto en la cara con sus manos.
En resumen, los próximos arrendatarios buscarán que sus espacios ampliados sean específicamente en el lugar que habitan, resignando ciertos servicios compartidos que ahorita están prohíbidos.