Cómo y cuándo refinanciar tu crédito hipotecario
Revisa tus objetivos para tomar la mejor decisión sobre tus pagos hipotecarios
El refinanciamiento de una hipoteca es una opción que se da a una persona para seguir pagando su casa y obtener dos posibles beneficios independientes uno del otro: pagar mensualidades más económicas o tener un lapso menor de tiempo.
En la práctica, un refinanciamiento hipotecario reemplaza su préstamo hipotecario actual con uno nuevo, por ello, se paga la deuda adquirida con un nuevo plazo y bajo una nueva tasa de interés.
Usualmente se cae en el error de que refinanciar una hipoteca por un interés más bajo nos hace pagar menos por la casa, sin tomar en cuenta las mensualidades que ya has desembolsado.
Este método depende mucho de los objetivos del deudor, donde resaltan:
- Reducir pago mensual: si por alguna razón y sin tomar en cuenta el tiempo que ya llevas pagando tu hipoteca, no cuentas con la solvencia necesaria para continuar pagando lo mismo mes a mes, es posible que encuentres que el interés actual te convenga, incluso aunque sea por el mismo lapso de tiempo. Este tipo de opción conviene cuando no llevas mucho tiempo con tu hipoteca.
- Cambiar tasa variable por una fija: aunque las tasas variables son poco comunes en el mercado estadounidense, si tienes una hipoteca de este estilo puede ocasionar que pagues mensualidades elevadas, por lo que refinanciar por una tasa fija favorable hace que tus depósitos no cambien mes por mes.
- Pagar hipoteca más rápido: si tu economía mejora y consideras que puedes aumentar tu depósito, es posible que quieras acortar tu lapso de hipoteca. Es decir, si tu préstamo actual tiene un periodo a 30 años, puedes refinanciarlo a 20 o 15 años, sin embargo, debes contemplar que tu mensualidad va a incrementar considerablemente.
- Aprovechar la equidad: cuando refinancias para pedir prestado más de lo que debes en tu préstamo actual, el prestamista te da un cheque por la diferencia. Esto se llama refinanciamiento de retiro de efectivo.
Para refinanciar tu hipoteca, acudimos a Nerdwallet y descubrimos cómo realizarlo, siguiendo estos pasos:
- Establecer tu meta. Como lo mencionamos, necesitas tener claro cuál es tu objetivo para el refinanciamiento y valorar las posibilidades para no hacerlo.
- Revisa tasas de interés en hipotecas. Cualquiera que sea tu objetivo, siempre debes buscar que la tasa de interés por una nueva hipoteca sea más baja que la que pagas, y si puedes, que sea fija.
- Compara prestamistas. Envía solicitudes a tres o cinco prestamistas dentro de un período de dos semanas, pero tomando en cuenta una pronta decisión por alguna, porque el simple hecho de realizar una solicitud de refinanciamiento podría afectar tu puntaje de crédito y, con ello, alejarte de la posibilidad de cambiar tu hipoteca por una nueva.
- Valora otros gastos. Para poder elegir la mejor oferta, compara los documentos de estimación enviados tras tu solicitud, donde pongas especial atención a la cantidad de tus pagos y el efectivo que necesitas para los costos de cierre.
- Bloquea la tasa de interés. Las tasas de interés por una hipoteca fluctúan constantemente, por lo que un bloqueo de la tasa de interés te permite fijarla durante el proceso de la solicitud por tu nueva hipoteca hasta el cierre del préstamo, para garantizarte que tu refinanciamiento sea por la tasa de interés que tú querías.
- Cierre del préstamo. Momento en el que tendrás que pagar los costos de cierre enumerados en tu nueva estimación del préstamo y comenzar tu nuevo proceso hipotecario desde cero (y ya con dinero acumulado desde antes).