Cuándo es importante escribir un testamento para tu familia: qué trámites les puedes ahorrar aunque no tengas una gran fortuna
La claridad es primordial en este importante documento para evitar disgustos a tus seres queridos
Lo único seguro que tenemos en esta vida es la muerte. Por eso, desde que somos laboralmente activos y, con mayor razón, cuando tenemos una familia y algunos bienes a nuestro nombre, lo mejor es hacer un testamento. Esto no es exclusivo para gente con mucha fortuna, sino para todos aquellos que quieren dejar estipulado cuáles de sus pertenencias irán a parar en manos del beneficiario de su elección.
Te explicamos cómo hacer de manera adecuada un testamento para evitar sinsabores a tus familiares y amistades y todo quede en regla para cuando fallezcas.
1. Hazlo tú mismo u obtén ayuda profesional
Si bien existen herramientas virtuales de buena reputación que te pueden ayudar a escribir un testamento digno como son Quicken WillMaker & Trust o LegalZoom. Sin embargo, no es lo más recomendable. Tal como lo señala U.S. News, existen historias de horror de personas que redactaron testamentos por su cuenta con consecuencias económicamente devastadoras, que incluyen a los herederos con altos honorarios legales e impuestos elevados.
El consejo general es contratar a un abogado de sucesiones, sobre todo si cuentas con bienes materiales de alto valor, aunque no sean demasiados. Esto puede costarte bastante dinero, pero es lo más efectivo.
2. Ten claro a tus beneficiarios y las cantidades
Recuerda que si faltas es necesario que tengas claro que lo que hayas obtenido en vida quede en buenas manos. Quizás elegir a tus beneficiarios no es difícil, pero no sólo debes tener claro quiénes son sino que además debes saber cómo vas a repartir tus bienes.
En tu última voluntad no es obligatorio que todos tus familiares estén nombrados ni que necesariamente lo sean (pueden ser amigos), lo importante es que los menciones de manera clara. Asimismo, para evitar que haya reclamos innecesarios o pleitos legales, debes ser específico sobre los rangos, los porcentajes y la cantidad de bienes que recibirá cada uno de tus herederos.
3. Piensa en un albacea y tutor
Estas figuras son importantes y no son iguales.
Un albacea es aquél que va a administrar la repartición de tus bienes en lo estipulado con tu testamento, tiene que ser alguien de tu plena confianza. Puedes ser desde una institución hasta algún abogado, sólo toma en cuenta que les debes pagar para que funjan su papel.
Si tienes hijos menores de edad es igual de importante que elijas un tutor. Si bien legalmente no es necesario que tu amigo o familiar esté enterado previamente o te brinde su autorización, sería lo mejor. En todo caso, puedes designar tres tutores en orden de preferencia para tus vástagos no queden desprotegidos. Este tutor puede fungir como albacea de los bienes que herede tu descendiente hasta que cumpla la mayoría de edad.
4. No te olvides de los testigos
Como muchos de los documentos legales en Estados Unidos, requerirás de testigos que brinden fe sobre lo que redactaste y que se cumplan tus últimos deseos. Es importante que tus testigos sean mayores de 18 años y no deben ser personas que hereden algo sobre tu testamento.
En la mayoría de los estados requerirás de dos testigos; en Vermont, tres.
5. Revisa y actualiza tu testamento
U.S. News sugiere también que después de redactar tu testamento, querrás trabajar en un poder notarial y un testamento vital en caso de que alguna vez estés incapacitado.
No olvides actualizar tu testamento, especialmente después de cualquier acontecimiento importante de la vida como un matrimonio, un divorcio o un nacimiento. Puedes hacer esto cada uno o dos años, tomando en cuenta el contexto actual de tus circunstancias.
De manera más simbólica, puedes agregar cartas personales para cada uno de tus beneficiarios como una forma de despedida. Pero jamás esperes que éstas sean expresadas públicamente al momento de la lectura de tu testamento.