El boom pandémico de los servicios de entrega de alimentos podría terminar: la gente querría volver a las tiendas
Se registraron fuertes inversiones en los servicios de entrega de comestibles y alimentos que tuvieron sentido durante la pandemia, pero que podrían perder relevancia con las reaperturas
La entrega de comestibles y alimentos en línea por medio de las aplicaciones fue una de las herramientas más importantes para millones de estadounidenses durante la pandemia. Estos servicios mantuvieron al país en movimiento y tuvieron un crecimiento sin precedentes debido a la necesidad de encierro y distanciamiento social. Pero con la economía abriéndose a la nueva normalidad y la gente regresando a las tiendas, es posible que el boom pandémico de estas compañías esté terminando.
Durante el coronavirus, surgieron nuevas empresas de entrega de alimentos que se asociaron con minoristas para facilitar la entrega de comestibles a los consumidores que se mantenían en casa para protegerse de la enfermedad. Se invirtieron millones de dólares para brindar un servicio que estuviera a la altura de las necesidades pandémicas. Sin embargo, esta situación podría haber generado una burbuja que pronto estallaría donde todo ese dinero habrá perdido sentido.
James Boley, de The American Reporter, comparó la gran cantidad de inversores de capital de riesgo que invirtieron su dinero en estas empresas de entrega durante la pandemia con la fiebre del oro, con muchos especuladores anticipando riquezas y pocos destinados a retornos apreciables de su inversión. Boley visualiza que las empresas emergentes de reparto con inversores sobrevaloradas pronto verán una caída en la entrega de alimentos a medida que aumenta la comida en los restaurantes.
Para fines de abril, varias firmas de capital de riesgo estaban invirtiendo decenas y cientos de millones en nuevas empresas de entrega. Por ejemplo, Taster, con sede en Londres, recibió 37 millones de dólares, la startup finlandesa Wolt recaudó 530 millones de dólares y un proyecto iniciado por ex empleados de Deliveroo llamado Dija recaudó 20 millones de dólares.
Ingresando a un mercado que ya tenía su propio desarrollo, las nuevas empresas intentaron diferenciarse tratando de brindar opciones de entregas rápidas de media hora o incluso 10 minutos con tal de ganar usuarios. Pero los analistas se preguntan si los nuevos actores en el espacio eventualmente superarán la demanda de los servicios.
Por otra parte, grandes compañías como Uber se tratan de consolidar cada vez más en el mercado, absorbiendo a los repartidores de tamaño mediano a través de la adquisición e incorporándolos a su oferta de aplicaciones Uber Eats.
Aunque el panorama previsible a corto o mediano plazo sugiere una decreciente demanda de estos servicios, otros desarrollos apuntan a que la demanda de entrega de alimentos sigue siendo fuerte, incluso en regiones donde las medidas de bloqueo para evitar la propagación del nuevo coronavirus se han suavizado.
Son amplias las probabilidades de que el boom termine, pero la creciente popularidad de las aplicaciones de entrega se mantiene. Aun con esto, los restaurantes tienen mayor respaldo estatal para reabrir y limitar la cantidad que las aplicaciones de entrega a domicilio pueden cobrar a los restaurantes por pedido, según el portal Eater.
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