El cheque de estímulo para quien realmente lo necesita: el estudio que analiza cómo debiera administrarse mejor esa medida de ayuda
Las críticas sobre que se entregan pagos de estímulo a personas ricas comienza a causar escozor en Estados Unidos
El debate por la promulgación de un tercer paquete de estímulo contra el coronavirus comienza su camino en el Congreso. Desde antes de tomar posesión en el cargo, el presidente Joe Biden presentó un plan de $1.9 billones de dólares con un cheque de de $1,400 dólares, el pago de estímulo que, de lograrse, sería el más grande. Sin embargo, economistas ponen en duda la viabilidad de estos cheques. Aquí sus argumentos.
Un estudio de Opportunity Insights Economic Tracker, un grupo de investigación sin fines de lucro dirigido por el profesor de economía de Harvard, Raj Chetty, descubrió que los hogares que ganan más de $78,000 dólares han ahorrado en gran medida el último cheque de $600 dólares que el gobierno de Estados Unidos envió desde diciembre pasado, mientras las familias por debajo de ese ingreso tienden a gastar ese dinero rápidamente.
Este análisis comprueba algo que ya muchos intuían, pero que no se había reflejado de manera formal: los hogares con menores ingresos toman los cheques de estímulo para pagar sus facturas y otras necesidades, luchando día a día contra la pandemia, mientras que los más afortunados ni siquiera lo necesitan.
Simplemente la desigualdad sigue haciendo mella. Los ricos siguen haciéndose más ricos, mientras que la gran mayoría de los estadounidenses siguen perdiendo empleos o viendo como disminuyen sus ingresos, pasando de alivio en alivio para solventar sus necesidades de alimentación, hogar y deudas.
Estimaciones en tiempo real publicadas por economistas de la Universidad de Chicago, la Universidad de Notre Dame y el Lab for Economics Opportunities señalan que más de 8 millones de estadounidenses cayeron en la pobreza durante los últimos seis meses de 2020. La tasa de pobreza subió 2.4 puntos porcentuales durante la segunda mitad del año, casi el doble del mayor aumento anual de la pobreza desde la década de 1960, encontraron los economistas. Las personas con educación secundaria o menos tienen una tasa de pobreza que aumentó al 22.7% en comparación con el 17% en junio.
De acuerdo con CBS News, la investigación de Opportunity puede proporcionar munición para los legisladores que han criticado los controles de estímulo por no brindar un alivio específico, como el líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, quien describió un esfuerzo anterior para enviar cheques de estímulo de $2,000 dólares como “socialismo para los ricos”.
Datos de gastos de tarjetas de crédito y débito realizado por Michael Stepner, economista de Opportunity, al lado de sus co-investigadores Chetty y John Friedman, revelaron que los hogares con ingresos anuales por debajo de $78,000 dólares aumentaron rápidamente sus gastos en enero, saltando casi 8% en las dos semanas posteriores al desembolso de los cheque de $600 dólares. Pero se estima que aquellos con ingresos superiores a los $78,000 dólares anuales sólo gastarán $45 de los $600 dólares que recibieron.
Esta información hace que el equipo de Stepner se pregunte sobre si enviar un tercer cheque de estímulo a familias de bajos y altos ingresos por igual es un uso eficiente de la ayuda de emergencia del gobierno.
Cuando se enviaron los primeros pagos de la Ley CARES se previó que los cheques de $1,200 dólares servirían para mantener el movimiento productivo del país. En otras palabras, que estos pagos se utilizaran para realizar compras y pagos que sostuvieran el engranaje económico de Estados Unidos. Pero se descubrió que aquellos con mayores ingresos ahorraban su dinero, generando que este dinero no fluyera, mientras que para los más necesitados esta cantidad se les agotó rápido y resultó insuficiente para sobrevivir.
“Si vamos a enviar dinero a la gente, queremos que estimule la economía”, dijo Stepner. “Dirigir los pagos a hogares de ingresos más bajos le da una rentabilidad mucho mayor”.
Proporcionar un cheque de $1,400 a los hogares que ganan más de $78,000 al año le costaría al gobierno $200 mil millones de dólares, pero los economistas estiman que solo $15 mil millones de eso se gastarían y reciclarían en la economía, con lo que no se podría cumplir el objetivo primordial de enviar estos pagos para mantener activa la economía del país.
Aunque también hay otra perspectiva que sugiere que los cheques de estímulo para personas con altos ingresos no son tan mala idea. Una vez que termine la pandemia, se sugiere el hecho de que las personas que ahorraron sus $1,200 y $600 dólares lo gasten en actividades diversas pospuestas como salir de viaje, comer en restaurantes, disfrutar de eventos de entretenimiento, entre otras cosas. Pero aún así se aboga en que la ayuda debería ser, como se concibió en un principio, en un alivio inmediato que permita el flujo de dinero en el presente y no para un futuro próximo.
El dilema seguirá vigente, pero sin duda ocasionará ruido en el Congreso, por lo que debes estar atento de los criterios de elegibilidad que podrían cambiar en el caso de que se avale un tercer paquete de estímulo, se sancioné o no un cheque de $1,400 dólares.
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