Las mujeres poseen más casas que los hombres: ¿por qué tienen menos ganancias?

El análisis "La brecha de género en el retorno de la vivienda" publicado por The Journal of Finance explica las razones por las que las mujeres ganan menos de sus casas (a la venta) que los hombres, a pesar de que hay más propietarias que dueños

mujer propietaria de casa en EE.UU.

Hay más propietarios de casas mujeres que hombres, pero sigue habiendo un sesgo en sus ganancias. Crédito: Shutterstock

La gran mayoría de las personas sabemos ser propietario es una de las maneras más valoradas para generar patrimonio y riqueza. En los hogares de la comunidad latina, es una meta fundamental comprar una casa. Lo que pocos sabíamos, y me incluyo, es que las mujeres poseen más propiedades que los hombres. Sin embargo, una muestra más de la brecha de género, a pesar de ser propietarias, obtienen menos ganancias de su vivienda.

Entre 2016 y 2022, la proporción de mujeres solteras propietarias de vivienda ha estado entre el 17% y el 19%, en comparación con el rango del 7% al 9% para los hombres solteros, según la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (NAR).

La mala noticia de este análisis: las propietarias de casas solteras están perdiendo más en sus inversiones en vivienda.

La propietaria de vivienda soltera promedio pierde aproximadamente $1,600 dólares cada año en la acumulación de riqueza en su inversión en vivienda en relación con los propietarios de vivienda solteros, como se detalla en un estudio de 2023 publicado por The Journal of Finance. El análisis titulado “La brecha de género en el retorno de la vivienda” examinó datos de más de 50 millones de transacciones de vivienda en EE.UU. entre 1991 y 2017, y controló datos demográficos como ingresos y educación.

Si tomamos en cuenta que el tiempo promedio que los propietarios permanecen en sus hogares es de 13 años, esa brecha de género en los retornos de la vivienda asciende a $20,800 dólares. El estudio también estimó que esta brecha de género en la rentabilidad de la vivienda representa aproximadamente el 30% de la brecha de género general en la acumulación de riqueza al momento de la jubilación.

¿Por qué las mujeres tienen menos rendimientos de sus inversiones en vivienda?

Antes de responder este cuestionamiento, hay que entender el arduo proceso que las mujeres han tenido que pasar para ser propietarias.

En 1974, se aprobó la Ley de Igualdad de Oportunidades de Crédito, en el que las mujeres solteras tuvieron protecciones legales al obtener una hipoteca para comprar una casa. Antes de eso, los bancos podían rechazar legalmente préstamos y créditos a mujeres solteras o, en el caso de mujeres casadas, debían obtener el permiso de su esposo.

No obstante, el sexismo sigue prevaleciendo. En la década de 1990, Cary Carbonaro, una exitosa planificadora financiera certificada (CFP), fue rechazada en diversas ocasiones, ya que se enteró de que a los bancos no les gustaban las mujeres solteras para solicitar una hipoteca y comprar su primera casa.

Y debido a estos prejuicios, las mujeres solteras pierden sus inversiones en vivienda en el momento de comprar y luego nuevamente al vender. Hay dos factores para que esto suceda:

  1. La sincronización del mercado. Los hombres solteros tienen una mejor sincronización del mercado, eso significa que es más probable que compren una casa cuando los precios son bajos y la venden cuando son altos. Eso se debe en parte a que los hombres solteros son menos propensos que las mujeres solteras a actuar como cuidadores principales de un niño y, por lo tanto, tienen más tiempo disponible para monitorear el mercado que una madre soltera.
  2. Negociación. Además de la sincronización del mercado, hay una brecha en la negociación. Las mujeres compran la misma propiedad por aproximadamente entre un 1% y un 2% más que los hombres y la venden entre un 2% y un 3% menos. Esto deja una brecha de género que se explica principalmente por la negociación.
    Las mujeres optan por poner a la venta sus casas a precios más bajos, por lo que las primeras ofertas que reciben son naturalmente más bajas. Las mujeres también ofrecen mayores descuentos al vender y negocian menores descuentos al comprar.

El estudio concluye que las mujeres toman en cuenta un proceso de negociación rápido, de bajo riesgo y sin confrontaciones cuando buscan casa. El estudio también señala que “las causas fundamentales de las diferencias de género en el momento del mercado y los resultados negociados pueden ser complejas y merecen más investigación”.

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