Los autos autónomos están cada vez más cerca, pero no tanto como queremos creer
Mercedes-Benz recibió la patente del primer automóvil moderno práctico del mundo el 29 de enero 1886 y desde entonces ha liderado a la industria automotriz en la innovación. Ahora, 137 años después, el fabricante alemán es el primero del mundo con una certificación oficial de conducción autónoma de Nivel 3, con lo que nos acercamos un poco más al futuro
La idea de la conducción autónoma con la que soñamos todos para contrarrestar los efectos del tráfico, es mucho más antigua que los propios autos ya que en el siglo XVI, Leonardo da Vinci creó un vehículo que podía moverse sin ser empujado ni tirado, gracias a un sistema de resortes bajo alta tensión que proporcionaban energía al vehículo. La dirección se ajustaba de antemano para que el carro pudiera moverse por un camino predeterminado.
Durante los últimos 100 años se han presentado infinidad de prototipos de conducción autónoma, incluyendo la del inventor Francis Houdina, quien en 1925 hizo una demostración por las calles de Manhattan con un vehículo radiocontrolado sin nadie al volante, que pudo arrancar el motor, cambiar de velocidad, e incluso hacer sonar la bocina. El experimento terminó cuando el conductor perdió el control y chocó contra otro vehículo.
En la Exposición Universal de 1939, General Motors presentó un prototipo de vehículo guiado por campos electromagnéticos controlados por radio y accionado mediante púas magnetizadas incrustadas en la calle. Casi 20 años más tarde, tras la II Guerra Mundial, una nueva versión del mismo concepto agregó sensores que podían detectar la corriente que fluía a través de un cable incrustado en la carretera, con lo que se podía manipular el volante hacia la izquierda o hacia la derecha.
Otros 20 años después, en medio del apogeo de la carrera espacial, la NASA empezó a desarrollar el vehículo que eventualmente aterrizaría en la luna para recorrer un tramo programado con una línea en el suelo. Ese fue el primer uso de cámaras en vehículos autónomos, que han ido avanzando con la transmisión de datos para procesar imágenes de la carretera, lo que se hizo realidad en 1977 con la primera prueba de un vehículo de pasajeros autónomo del mundo, que alcanzó hasta 20 millas por hora de velocidad.
En 1995, investigadores de la Universidad Carnegie Mellon hicieron una exitosa demostración en carretera con el vehículo autónomo NavLab 5 al que le controlaban la velocidad y el frenado de forma remota, para recorrer de forma “autónoma”, 2,797 millas desde Pittsburgh a San Diego.
Ya en el siglo XXI, la división de investigaciones del Departamento de Defensa de Estados Unidos (DARPA, por sus siglas en inglés) patrocinó una serie de concursos para acelerar el desarrollo de los vehículos autónomos.
En 2004, la primera competencia consistió en un recorrido autónomo de 150 millas por carreteras del desierto, pero carreteras desérticas. Ningún vehículo completó la ruta. En 2007, el desafío simuló un entorno urbano de 60 millas de largo y esta vez 4 vehículos completaron el recorrido.
El concepto de vehículos autónomos tomó un nuevo impulso a mediados de la década de 2010, cuando nuevas compañías de tecnología y servicios de transporte compartido como Uber, lanzaron ambiciosos proyectos que eventualmente perdieron impulso ante los problemas de seguridad, legislación e infraestructura, pero principalmente por las pérdidas financieras.
En la actualidad, fabricantes como Tesla con su sistema Auto Pilot, General Motors con Super Cruise y Ford con Blue Oval, ofrecen ya vehículos con sistemas de asistencia a la conducción que solo alcanzan oficialmente el nivel dos de los cinco reconocidos en la industria. En pocas palabras, todavía no hay bajo ningún concepto, vehículos autónomos de consumo general.
Lo más cercano a ese sueño son aplicaciones para ciertas actividades en ambientes controlados donde es posible operar vehículos autónomos de forma remota, como en la minería, los puertos de carga. En mayo de 2021, la empresa de equipo pesado Caterpillar anunció que sus camiones autónomos transportaron de forma segura más de 3,000 millones de toneladas de material en siete años de funcionamiento, lo que ofrece cierta esperanza para alcanzar la autonomía verdadera en los autos.
Pequeños grandes pasos
Para los modelos 2024 que ya están empezando a llegar a los concesionarios, dos marcas alemanas ofrecen las innovaciones más avanzadas.
El sedán eléctrico BMW i5, tiene una función dentro de la plataforma Highway Assistant, que permite conducción prolongada a manos libres en carreteras registradas en su base de datos, que ahora integra cambios de carril basados en gestos.
Cuando el sistema sugiere un cambio de carril, al detectar suficiente distancia entre los autos que circulan cerca, el conductor simplemente tiene que mirar el espejo lateral correspondiente para activar la maniobra que se completa de forma autónoma, una ingeniosa adición que pronto se extenderá a otros modelos de BMW.
El único sistema de conducción autónoma nivel tres con aprobación del gobierno, es el Driver Pilot de Mercedes-Benz que probamos en Santa Mónica y que se ofrecerá en el sedan eléctrico EQS 2024 bajo un programa de subscripción de $2,500 anuales, pero solo en los estados de Nevada y California, los único estados donde ya existe legislación específica para este tipo de tecnología.
Mercedes-Benz seguirá adaptando la arquitectura del sistema DRIVE PILOT de acuerdo con las normas definidas a medida que evolucionen y donde las legislaturas estatales establezcan reglas al respecto.
Por ahora, el sistema permite al vehículo asumir la tarea de conducción dinámica en tramos de autopista adecuados y durante situaciones de alta densidad de tráfico en que la velocidad no supere las 40 millas por hora. Una vez activado, controla la velocidad y la distancia, guiando el vehículo dentro de su carril sin intervención del conductor que durante el trayecto activar determinadas aplicaciones que, de otro modo, estarían bloqueadas durante la conducción regular.
Sin lugar a dudas, Drive Pilot representa un pequeño gran avance hacia la verdadera conducción autónoma, que quizá llegará muy pronto … ¿En el 2086 para celebrar 200 años de la invención del auto?
Crédito datos históricos: Tomorrow´s World Today
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