Los mandatos de mascarillas en interiores están por concluir en todos los estados de Estados Unidos, salvo en uno

En Estados Unidos, nos estamos acercando cada vez más a librarnos de los mandatos de mascarillas en interiores en gran parte del país. La reducción de los casos de covid de la variante ómicron han fomentado que las medidas de prevención se relajen en la mayoría de los estados, salvo en uno: Hawái.

El uso de las mascarillas se volvió en todo un hito social desde el primer momento que surgió la pandemia. Durante los primeros meses, líderes y expertos no se ponían de acuerdo en torno a su eficacia de prevención contra covid, sin embargo, poco a poco, las mascarillas se volvieron en una de las indumentarias personales más importantes para todo el mundo.

Todos los estados de Estados Unidos, con la excepción de Hawái, están abandonando o planean eliminar en los próximos días los mandatos de máscara a medida que retrocede el aumento de Omicron, con infecciones y hospitalizaciones disminuyendo incluso cuando la enfermedad continúa matando a unos 2,000 estadounidenses por día.

California, Nevada y Nuevo México se encuentran entre los estados que descartaron los mandatos de máscaras este mes. Asimismo, hay empresas que van más allá y están eliminando los requisitos de vacunación para los trabajadores.

Nueva York y Rhode Island levantaron este mes las reglas de máscaras para interiores para las empresas, pero aún las exigen en las escuelas. Illinois, Oregón, Washington y Washington, D.C. planean dejar que los requisitos de máscara caduquen para fines de marzo. Una orden de máscara escolar en Massachusetts expirará a fines de febrero.

Aunque el uso de mascarilla se vuelve en una decisión individual, como se ha presentado en otras olas de covid, la eliminación de la obligatoriedad sobre utilizar este protector que cubre boca y nariz podría impulsar los contagios nuevamente y la afectación especialmente entre la comunidad que ha decidido no vacunarse.

No todas las personas en Estados Unidos se sienten seguras de que culminen los mandatos de mascarillas. Cabe señalar que parte de la gran renuncia que se vive en el país gira alrededor del temor de contraer la enfermedad.

“Me siento bastante incómoda”, aseguró Kerry Arouca, madre de Massachusetts, después del anuncio de su estado, según Associated Press. “Creo que hasta que tengamos un mejor manejo del COVID-19, los niños deberían hacer todo lo posible para mantener sus máscaras puestas, tal vez alguna máscara se rompa afuera hasta que todos estén vacunados”.

Para el gobernador de Hawái, David Ige, la decisión de mantener las normas estatales sobre mascarillas fue más fácil. Hawái tiene la segunda tasa de mortalidad más baja del país por COVID-19 “en parte debido al mandato de máscaras en interiores”, aseguró Ige a la estación de noticias local KITV.

Por su parte, en Nueva York, gran número de residentes se muestran renuentes a desenmascararse en interiores. Casi dos semanas después de que la gobernadora Kathy Hochul permitiera la expiración del mandato estatal sobre el uso de mascarillas en interiores, una encuesta encontró que los neoyorkinos pensaban que Hochul debería haber mantenido el requisito.

“No hay un consenso claro sobre la obligatoriedad de las máscaras en los espacios públicos interiores”, señaló el encuestador de Siena College, Steven Greenberg, en un comunicado sobre los resultados de la encuesta. “Aun así, una pluralidad de votantes, el 45%, dice que el mandato de máscaras en interiores debería permanecer“.

En cuanto a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la semana pasada señalaron que pronto podrían aliviar su orientación sobre el uso de mascarillas y considerar las hospitalizaciones para determinar si las mascarillas son necesarias. Actualmente, la guía de los CDC recomienda que las personas usen máscaras en áreas con transmisión sustancial o alta, que abarca a casi todo el país hoy en día.

“A medida que consideramos las métricas futuras, que se actualizarán pronto, reconocemos la importancia no solo de los casos, que continúan dando como resultado una transmisión comunitaria sustancial o alta en más del 97% de nuestros condados en el país, sino de enfermedades críticas y médicamente graves que conduce a hospitalizaciones”, mencionó la directora de los CDC, Rochelle Walensky, en una sesión informativa en la Casa Blanca la semana pasada. “Debemos considerar la capacidad hospitalaria como un barómetro importante adicional”.

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