Los productos que podrían aumentar en Estados Unidos con el incremento de la gasolina hasta 2023

Cuando la gasolina sube sus precios, muchos otros artículos también lo hacen. Analistas ya determinaron qué tipo de productos podrían continuar al alza en las próximas semanas y hasta 2023.

La Asociación Automovilística Estadounidense (AAA) estimó que el precio medio del galón de gasolina regular está en $3.27 dólares este lunes. Esto supone un aumento de 7 céntimos en sólo una semana.

“Prevemos que el precio medio de la gasolina llegue a los $3.50 dólares, sólo por lo que ha ocurrido en las últimas dos semanas”, estimó Jay Hatfield, director general y gestor de carteras de Infrastructure Capital Advisors, a Telemundo.

El petróleo superó la marca de los $80 dólares. La actual crisis energética en China y parte de Europa hacen más probable que suba el costo del combustible durante el invierno. El lunes, el crudo estadounidense subió un 1.5% hasta los $80.52 dólares el barril, cerrando por encima de los $80 dólares por primera vez desde finales de 2014 y elevando su subida desde finales de octubre pasado al 125%.

Para Tom Kloza, responsable mundial de análisis energético de OPIS by IHS Markit, “todos los rincones de la economía” podrían verse afectados, tal como pronosticó para Telemundo. “Todo lo que se mueve tiende a trasladarse a través del país por camión o por tren, por lo que nos espera un año más caro”.

La gran mayoría del transporte en Estados Unidos utiliza gasolina, por lo que el hecho de que el precio del combustible aumente, genera que las empresas de diversos productos, incluidos los esenciales como comestibles y suministros, eleven sus costos al consumidor. Sin contar que la actual escasez de conductores está provocando tiempos de traslados mayores, todos son factores para esperar que en las próximas semanas se eleven los precios de diversos artículos.

Kloza también afirmó que los ciudadanos notarán el impacto en forma de facturas más elevadas de los servicios públicos este invierno, y predijo que el precio del gas natural -la fuente de aproximadamente un tercio de la electricidad del país- podría duplicarse.

Los expertos afirman que los precios de los alimentos podrían enfrentarse a una triple presión inflacionista. Aumento en los gastos derivados del envío de productos a las tiendas, la agricultura depende de los combustibles fósiles para la producción de fertilizantes, otro incremento para los bolsillos de los productores y aumento en los costos de los cultivos o de la comida de los animales que podrían repercutir en precios más elevados para el último eslabón de la cadena: los consumidores.

“Es lo que yo llamaría la tormenta perfecta”, agregó Rob Handfield, profesor de gestión de la cadena de suministro y director de la Cooperativa de Recursos de la Cadena de Suministro de la Universidad Estatal de Carolina del Norte. “No creo que vayamos a ver ningún alivio hasta 2023. No se trata de un trastorno a corto plazo: es una cuestión problemática que no va a desaparecer durante un tiempo”.

Pero los productos de la canasta básica no son los únicos que aumentarán, aunque sí son los que más preocupan a los especialistas. Los empaques de la comida también se verán afectados. Los gránulos de plástico llamados resinas, que son el componente principal de muchos tipos de bolsas de plástico, películas y otros materiales de envasado, se derivan del petróleo. La producción de estos materiales ya se vio limitada por la profunda helada del pasado invierno en Texas, que hizo subir los precios.

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