Plan de jubilación 401(k): qué pasa con él cuando falleces
Ahorrar para la jubilación es una parte crucial de la vida de cualquier persona, pero es importante saber qué pasa con ese dinero en caso de muerte; te contamos

Al igual que eliges beneficiarios para recibir otros activos, planificar la transferencia de tu 401(k) puede ayudar a garantizar que el proceso sea sencillo y sin problemas. Crédito: Vitalii Vodolazskyi | Shutterstock
Aunque muchos de nosotros no queremos pensar en nuestra muerte, es muy importante que planifiquemos para ese momento; porque hacerlo hoy podría beneficiar a nuestros seres queridos en el futuro cuando nosotros ya no estemos. Y esto es muy cierto cuando hablamos de los ahorros que tenemos acumulados, en específico en cuentas de jubilación reguladas por la Ley de Seguridad de los Ingresos de Jubilación de los Empleados (ERISA); como el plan 401(k).
Y es que tu cuenta de jubilación 401(k) no desaparece si falleces, en cambio los fondos suelen pasar a otra persona. Pero para sorpresa de muchos, algunas personas no saben sobre los beneficiarios designados en un plan de jubilación y la importancia y papel que tienen sobre la cuenta. Sigue leyendo para conocer más a detalle qué pasa con un plan de jubilación 401(k) cuando falleces.

La importancia de tener un beneficiario para el plan 401(k)
Uno de los pasos más importantes de la planificación patrimonial es designar al beneficiario adecuado y a menudo es una situación que se pasa por alto. El beneficiario de un plan 401(k) es la persona, o personas, que seleccionas para heredar tus ahorros para la jubilación en caso de que mueras. Es decir, que si falleces antes de haber usado todos los fondos del plan 401(k) estos se transferirán al beneficiario de la cuenta. Generalmente cuando se configura un plan 401(k) se solicita que el titular nombre:
- Beneficiario principal: el primero en la fila para recibir los fondos de tu 401(k).
- Beneficiario contingente: el beneficiario de respaldo, en caso de que tu beneficiario principal fallezca.
Estas designaciones son muy importantes porque la selección del beneficiario del plan 401(k) tiene prioridad sobre tu testamento. Así que es vital que lo mantengas actualizado, especialmente después de eventos importantes de la vida; de lo contrario tus ahorros podrían ir a un excónyuge o un familiar lejano. Toma en cuenta que el beneficiario de un plan 401(k) puede ser cualquier persona como tus hijos, pareja, empresa, entidad legal, incluso una organización benéfica sin fines de lucro.
Razones de peso para tener un beneficiario del plan 401(k)
Es importante que sepas que al nombrar beneficiarios de tu plan 401(k) garantizas que haya una transferencia de activos fácil, rápida y gratuita. La propiedad generalmente se transfiere de forma automática tras el fallecimiento del titular de la cuenta. Además a nombrar a un beneficiario ayudas a evitar que tu patrimonio pase por el proceso sucesorio tras tu fallecimiento.
Toma en cuenta que los activos del plan 401(k) podrían congelarse durante este período y tus familiares sobrevivientes no tendrán acceso a los fondos durante el proceso sucesorio. Por último, si no se seleccionan beneficiarios del plan 401(k) las reglas de la cuenta suelen asignar todos los activos a un beneficiario predeterminado como tu cónyuge o tus hijos. Si hay personas específicas que quieres que reciban los activos, es vital nombrarlas como beneficiarios con antelación; así te aseguras de que los fondos terminen en sus manos.
¿Qué pasa con tu plan 401(k) al morir?
La ley federal dicta que tras el fallecimiento del titular de una cuenta plan 401(k), generalmente esta se transfiere a los beneficiarios designados; sin embargo el proceso no siempre es sencillo y en ocasiones puede resultar en una carga fiscal inesperada para el beneficiario. Por eso es vital planificar con antelación, algo que implica tomarse el tiempo de nombrar beneficiarios, contactar con el administrador del plan y completar el formulario de actualización de beneficiarios.
Este proceso se puede ver beneficiado al definir las intenciones para la cuenta de jubilación y compartir el plan patrimonial con los beneficiarios designados. Por otro lado, es fundamental que los beneficiarios del plan 401(k) entiendan qué esperar de la cuenta; así podrán preparar para tomar decisiones sobre los fondos heredados.
Para finalizar es muy importante que todos los involucrados estén al tanto de las implicaciones fiscales que tienen los beneficiarios de un plan 401(k). A diferencia de los cónyuges, los beneficiarios no cónyuges no pueden transferir un plan 401(k) a su cuenta de jubilación libre de impuestos. En cambio pueden:
- Recibir una suma global (totalmente gravable).
- Seguir la regla de retiro de 10 años, que exige retirar todos los fondos en un plazo de una década.
- Convertir los fondos en una cuenta IRA heredada y recibir las distribuciones mínimas requeridas (RMD) a lo largo del tiempo y solo en algunos casos.
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