Por qué jornaleros mexicanos están yéndose a trabajar a Puerto Rico

En Puerto Rico hace falta mucha mano de obra, los cultivos diariamente están en peligro de perderse por no tener quién los coseche y en esta problemática parece que los jornaleros mexicanos están entrando al relevo para hacer esa función.

Lo que por años han hecho los agricultores de Estados Unidos, ahora sus homólogos puertorriqueños decidieron imitarlos para que ambas partes ganan: los trabajadores consiguen empleo y los productores logran sus ganancias.

Esto ocurre en la Finca González, en el municipio de Guánica al suroeste de la isla caribeña, reportó el sitio Animal Político, en donde un buen número de jornaleros de México labora arduamente en la empacadora.

Mientras un empleado lava los plátanos, otro acomoda las plantas de tomates y las amarra a las estacas. Ellos, trabajan para recibir un salario de $7.25 dólares por hora, el mínimo establecido a nivel federal en Estados Unidos.

“Esto está muy bien. Para los que estamos acostumbrados esto es perfecto”, dice Abigain Sebastián, de 22 años, al citado medio mientras labora con la planta de tomates. Y no minimizan su ingreso, ellos saben que en México pagan menos.

“En México lo más que podría estar haciendo es siete dólares por el día de trabajo. Este dinero es una ayuda muy estable”, dice el joven mexicano que llegó a Puerto Rico con la ilusión de tener un ingreso fijo.

Por raro que parezca, este pago de 7.25 dólares la hora no es suficiente para los jornaleros locales, aún cuando en la actualidad la falta de oportunidades en Puerto Rico sigue alarmando, ya que la tasa de desempleo es de 9.2%.

Y no se ve la forma en que los puertorriqueños puedan estar interesados en estos salarios, dado que los desempleados en ese país, territorio no incorporado de Estados Unidos, reciben un apoyo semanal de $300 dólares, además del beneficio de desempleo.

El Consulado de México en Puerto Rico informó a El País que en total fueron 21 trabajadores los que arribaron a la isla con el propósito de cultivar y recoger cosechas en distintas fincas, ante la escasez de mano de obra en el campo.

La autoridad reportó que los mexicanos llegaron a la isla por medio de la visa H2-A, la cual permite a trabajadores agrícolas laborar temporalmente en Estados Unidos o en sus territorios.

Uno de los casos compartidos es el de Juan Santiago, quien labora y vive ahora en la Finca González porque en febrero perdió su empleo de $290 dólares y ahora logró una nueva oportunidad de trabajo de $540.