Qué es la Ley de Competencia de Tarjetas de Crédito en Estados Unidos y cómo te beneficia
La Ley de Competencia de Tarjetas de Crédito es un proyecto de ley bipartidista que busca reducir los precios de las tarifas de procesamiento, que llegan en altos precios a los consumidores
Estados Unidos se forjó en buena medida a base de deuda, tanto a nivel gubernamental como a nivel de los consumidores estadounidenses. Las tarjetas de crédito son una herramienta esencial en la cartera de muchas personas, sin embargo, hay aspectos que el Congreso de EE.UU. busca cambiar por medio de la Ley de Competencia de Tarjetas de Crédito.
En principio, es esencial que entiendas que la Ley de Competencia de Tarjetas de Crédito es tan sólo un proyecto bipartidista destinado a reducir las tarifas de procesamiento de tarjetas de crédito en Estados Unidos. La manera en la que esta legislación planea ayudar es brindando a las empresas opciones en lo que respecta a los procesadores de tarjetas de crédito que utilizan con el objetivo de aumentar la competencia, lo que debería reducir los precios y aumentar la calidad del servicio.
Los patrocinadores y partidarios de la ley creen que estas tarifas más bajas finalmente resultarán en precios más bajos para los consumidores, ya que las empresas pueden reducir sus precios si pagan tarifas de procesamiento de tarjetas de crédito más bajas.
Funciona como una enmienda a la Ley de transferencia electrónica de fondos de 1978.
¿Cuáles son las tarifas que la Ley de Competencia de Tarjetas de Crédito reducirían?
Muchos consumidores desconocen que cada vez que deslizan una tarjeta de crédito, hay un par de tarifas que el negocio al que le dan el plástico debe pagar: las tarifas de red y las tarifas de intercambio.
Las tarifas de la red van a la red misma. ¿A qué nos referimos con red? Esa red la puedes reconocer fácilmente porque es el logotipo que está en tu tarjeta, incluso si no les paga tu factura directamente. Hay cuatro redes principales: Visa, Mastercard, American Express y Discover.
Por otra parte, las tarifas de intercambio van al emisor de la tarjeta de crédito, que es la compañía que aprobó tu solicitud. Algunos emisores también son redes, como American Express y Discover. Otros, los más comunes, son las instituciones financieras o bancos independientes, como Capital One o Wells Fargo o incluso tu cooperativa de crédito regional.
El problema aquí es que, a pesar de que esas tarifas las deben pagar las empresas con las que hiciste la transacción, usualmente las trasladan a los consumidores en forma de precios más altos. Esos cargos pueden ser significativos, entre el 1.5% y el 3.5% por transacción. Y, claramente, el costo real puedes ser mayor si se toma en cuenta factores como las devoluciones de cargo y los costos del equipo.
Un estudio de Wharton School de 2022, encargado por el Fondo de Liderazgo Hispano, encontró que las tarifas de intercambio consumen entre un 17% y un 19% de las ganancias minoristas generales, lo que hace que algunas empresas, especialmente las más pequeñas que no pueden hacer frente a cambios financieros significativos, establezcan precios más altos.
¿Cómo funcionaría la Ley de Competencia de Tarjetas de Crédito?
Como cualquier otra ley, esta propuesta parece más compleja de lo que en realidad es. Básicamente, la legislación propone cambios que afectan de manera directa a las empresas que emiten tarjetas de crédito, las redes que emplean y de manera indirecta a los comerciantes de cualquier tamaño, hasta llegar al último eslabón de la cadena, el principal: el consumidor.
Las nuevas prohibiciones descritas en la ley se aplican solo a corporaciones verdaderamente masivas: emisores que, junto con sus afiliados, tienen $100 mil millones de dólares o más en activos. En pocas palabras, casi todas las cooperativas de crédito del país y bancos locales no serán afectados, sólo los 30 bancos más grandes de los EE.UU. tienen que preocuparse por eso.
También se aplica a las redes de pago como Visa y Mastercard, que actualmente tienen un duopolio, lo que significa que no hay competencia real, ya que establecen las tarifas que pagan todos los que tienen esos logotipos en sus tarjetas, que es el 80% de la industria. La ley apunta a ese duopolio al obligarlos a competir con alguien que no sea el otro, incluidos competidores como American Express o Discover o redes independientes como Star o Shazam.
Prohíbe redes exclusivas
El proyecto de ley exige que la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal emita una regulación que evite que los principales emisores o redes de tarjetas de crédito hagan literalmente cualquier cosa para forzar el uso de redes exclusivas.
La ley dice que no pueden “directamente o a través de cualquier agente, procesador o miembro autorizado de una red de tarjetas de pago, por contrato, requisito, condición, sanción, especificación tecnológica o de otra manera” forzar la exclusividad de la red.
Actualmente, el emisor de tu tarjeta de crédito, el banco, decide qué red utilizan los comerciantes que patrocina. Pero la red, generalmente Visa o Mastercard, es gratuita; pero les prohíbe contractualmente usar otra red.
La única opción del comerciante es aceptar o no las tarjetas de crédito que utilizan esa red. No aceptarlo significa renunciar al negocio de cualquier persona que no pueda o no quiera usar otra cosa que no sea esa tarjeta de crédito para pagar sus bienes y servicios.
Es por eso que algunos comerciantes no aceptan tarjetas de crédito American Express. Generalmente, implican tarifas más altas que las tarjetas con el logotipo de Mastercard y Visa. Y eso les quita una parte más grande de sus ganancias.
¿Cómo se eliminaría la exclusividad de las redes?
La ley contempla:
• Los grandes bancos deben elegir al menos dos redes que no sean de propiedad, control u operación de redes que estén afiliadas entre sí o con el emisor.
• Las redes de tarjetas de crédito no pueden prohibir que nadie tenga más de una red.
• Los bancos solo pueden elegir una de las dos redes más grandes (en este momento, Visa y Mastercard).
En conclusión, la Ley de Competencia de Tarjetas de Crédito busca terminar con el duopolio de Visa y Mastercard, abriendo el mercado para otras redes. Al propiciar la competencia, las tarifas podrían desaparecer o disminuir, mismas que afectan a comerciantes, que actualmente no quieren jugar con estas reglas, dañando su negocio, y a los consumidores, quienes siempre costean los cargos extra de transacción, en muchas ocasiones, en lo oscuro y sin darse cuenta, ya que están en forma de precios más altos.
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