Qué tener en cuenta a la hora de elegir endeudarte para cumplir un objetivo
Revisa más opciones antes de endeudarte con un prestamista
Ya sea por circunstancias extraordinarias como el cierre mundial provocado por la pandemia del coronavirus o por una mala racha económica es posible que busques alternativas para salir adelante. Pedir un préstamo para afrontar la crisis puede ser una solución de la que debes estar consciente que te vas a endeudar pero con un fin específico.
Antes de realizar cualquier solicitud con un prestamista, debes visualizar el panorama y contemplar la posibilidad de no hacerlo. La mejor forma para evitar endeudarte es reducir tus gastos a tan sólo tus necesidades básicas antes de solicitar un préstamo o aperturar una tarjeta de crédito. Prioriza y haz cuentas.
Otro recurso es suspender momentáneamente tus contribuciones a cuentas de jubilación, educación y ahorro como son las 401(k), IRA o 529. También podrías llegar a un arreglo con tu prestamista sobre tu hipoteca o préstamo estudiantil para disponer de ese efectivo mientras recuperas tu normalidad financiera. Usualmente es posible que te puedan postergar tus mensualidades de uno a tres meses, siempre y cuando hayas sido un cliente responsable con tus pagos oportunos.
En Fox Business, Megan McCoy, directora del programa de maestría de planificación financiera de la Universidad de Estatal de Kansas, recomienda que te acerques a la Asociación Nacional de Asesores Financieros Personales (NAPFA, por sus siglas en inglés) y a la Asociación de Asesoramiento Financiero y Educación en Planificación (AFCPE, por sus siglas en inglés), donde existen guías gratuitas sobre finanzas personales.
Si bien una institución financiera es una garantía para obtener grandes cantidades de dinero en préstamos, también lo es en intereses. Realiza un plan sobre tus necesidades básicas y la manera de solventarlas durante algunos meses con un presupuesto ajustado. Cuando tengas los números, revisa si tienes algún familiar o conocido que podría prestarte esa cantidad. Revisar esta opción antes te da la posibilidad de adquirir tu salvavidas económico con intereses bajos o prácticamente nulos. Es más fácil negociar con una persona que conozcas que ir al banco.
Ahora bien, si por alguna situación extrema necesitas usar una tarjeta de crédito debes contemplar que sus tasas de porcentaje anual (APR) suelen ser elevadas por lo que contempla dos cosas:
- Usa alguna que ya tengas abierta y que conozcas a la perfección cómo son sus intereses.
- Si vas a pedir alguna, compara opciones y busca aquellas con la tasa de interés más baja, que tengan programas de devolución de efectivo o recompensas para aminorar la carga de tu deuda.
En cualquiera de los casos ten por seguro que cualquier artículo que compres, así sea de primera necesidad, vas a terminar pagando más a lo largo del tiempo de lo que es su valor. Tal como lo mencionaría Preston D. Cherry, fundado y presidente de Concurrent Financial Planning, a Fox Business: “Las tarjetas de crédito no compran cosas. Compran tiempo”.
Una situación de crisis financiera es una cuestión de tiempo, por ello, si contemplas endeudarte en cualquiera de las formas mencionadas, debes saber que siempre vas a tener que pagar intereses.
Antes de hacerlo, siempre genera una ruta sobre tus gastos y tus pagos de deuda para evitar que sea algo que cargues de por vida. Y como punto final, cuando tus finanzas mejoren, contempla abrir alguna cuenta de ahorro para casos de emergencia y que no la vida no te vuelva a agarrar desprevenido.